26.04.2018 Views

MARIA - Jorge Isaacs

La historia de amor de Maria y su primo Efrain, que trancurre en los paisajes de El Cerrito, Valle de Cauca, y en el que los protagonistas luchan por mantener su amor en medio de la enfermedad y la distancia. Efraín y María están juntos durante tres meses, al cabo de los cuales el joven debe viajar a Londres para completar su educación. Cuando regresa, dos años después, descubre que María ha muerto. Efraín no encuentra consuelo, y parte, sin saber muy bien a dónde. La novela, la única que alcanzó a publicar Isaacs, se destaca por darle gran importancia a la descripción del paisaje, así como por la calidad artística de su prosa. La novela objeto de estudio, más que una novela, es un poema en prosa o una novela escrita en una prosa plenamente poética; muestra intrínsecamente que no se trata solo de retórica metafórica cuando Felde la ha clasificado como «la flor más pura e inmarcesible del romanticismo hispanoamericano; sin historia, sin política, sin filosofías; sin nada más que el simple patetismo del sentimiento y la pintura simple de la naturaleza y del ambiente humano; la esencia de su estilo».

La historia de amor de Maria y su primo Efrain, que trancurre en los paisajes de El Cerrito, Valle de Cauca, y en el que los protagonistas luchan por mantener su amor en medio de la enfermedad y la distancia.
Efraín y María están juntos durante tres meses, al cabo de los cuales el joven debe viajar a Londres para completar su educación. Cuando regresa, dos años después, descubre que María ha muerto. Efraín no encuentra consuelo, y parte, sin saber muy bien a dónde.
La novela, la única que alcanzó a publicar Isaacs, se destaca por darle gran importancia a la descripción del paisaje, así como por la calidad artística de su prosa.
La novela objeto de estudio, más que una novela, es un poema en prosa o una novela escrita en una prosa plenamente poética; muestra intrínsecamente que no se trata solo de retórica metafórica cuando Felde la ha clasificado como «la flor más pura e inmarcesible del romanticismo hispanoamericano; sin historia, sin política, sin filosofías; sin nada más que el simple patetismo del sentimiento y la pintura simple de la naturaleza y del ambiente humano; la esencia de su estilo».

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

turba de mis primas. Al fin tendré que pretextar algún negocio en Bogotá, aunque sea a<br />

traer soches y ruanas como Emigdio... a traer cualquier cosa.<br />

—¿Como una mujer? —le interrumpí.<br />

—¡Toma! ¿Te imaginas que no he pensado en eso? ¡Mil veces! Todas las noches hago<br />

cien proyectos. Figúrate: tirado boca arriba en un catre desde las seis de la tarde,<br />

aguardando a que vengan los negros a rezar, a que me llamen después a tomar<br />

chocolate, y oyendo luego conchabar desenraíces, despajes y siembras de caña... A la<br />

madrugada de todos los días, el primer olor de bagazal que me llega a las narices<br />

deshace todos mis castillos.<br />

—Pero leerás.<br />

—¿Qué leo? ¿Con quién hablo de lo que lea? ¿Con ese cotudo de mayordomo que<br />

bosteza desde las cinco?<br />

—Saco en limpio que necesitas urgentemente casarte; que has vuelto a pensar en<br />

Matilde y que proyectas traerla aquí.<br />

—Al pie de la letra; eso ha sucedido así. Después que me convencí de que había<br />

cometido un dislate intentando casarme con tu prima (Dios y ella me lo perdonen), vino<br />

la tentación que dices. Pero, ¿sabes lo que suele sucederme? Después de costarme tanto<br />

trabajo como resolver uno de aquellos problemas de Barcho, imaginarme bien que<br />

Matilde es ya mi mujer y que está en casa, suelto la carcajada al suponerme qué sería de<br />

la infeliz.<br />

—Pero, ¿por qué?<br />

—Hombre, Matilde es de Bogotá como la pila de San Carlos, como la estatua de<br />

Bolívar, como el portero Escamilla: tendría que echárseme a perder en la trasplanta. ¿Y<br />

qué podría yo hacer para evitarlo?<br />

—Pues hacerte amar de ella siempre; proporcionarle todos los refinamientos y<br />

recreaciones posibles... en fin, tú eres rico, y ella te sería un estímulo para el trabajo.<br />

Además, estas llanuras, estos bosques, estos ríos, ¿son por ventura cosas que ella ha<br />

visto? ¿Son para verse y no amarse?<br />

—Ya me vienes con poesías. ¿Y mi padre y sus campesinadas? ¿Y mis tías con sus<br />

humos y gazmoñerías? ¿Y esta soledad? ¿Y el calor?... ¿Y el demonio?...<br />

—Aguárdate —le interrumpí riéndome—; no lo tomes tan a pechos.<br />

—No hablemos más de eso. Apúrate mucho para que vuelvas pronto a curarme. Cuando<br />

regreses, te casarás con la señorita María, ¿no es así?<br />

—Dios mediante...<br />

—¿Quieres que yo sea tu padrino?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!