EmpoderaMIA_JUNIO 2018 Núm02_Web

EMPODERA
MUJER INTELIGENTEMENTE ACTIVA
Años más tarde cerré mi ciclo con el señor Boyance
y nos fuimos a Cancún a buscar proyectos. Me reuní
con Ricardo Verdayes director de Melià Turquesa
de Cancún, y me comentó que estaban buscando
directores para Cuba, me presentó al Director de
Operaciones de Grupo Melià en Cuba, Carlos Villota,
platiqué con él, le caí bien, le gustó mi entusiasmo
y experiencia en Todo Incluido y el manejo de inglés
y francés, llegamos a un acuerdo y nos mudamos a
Cuba. Ahí tuve una gestión muy exitosa, trabajé 6
años con la cadena Melià.
En un viaje de trabajo a México me encontré a Paco
Medina, Director de la Cadena NH, por cierto, de las
personas más exitosa del medio Hotelero, quien tenía
problemas con uno de sus hoteles en Punta Cana,
República Dominicana, me ofreció manejarlo y un
buen sueldo, acepté, fue un año muy interesante.
Posteriormente la Cadena Blaú de Palma de Mallorca
me ofreció manejar en Cuba su Hotel Blaú Colonial
que era muy hermoso en Cayo Coco.
2 años más tarde, desayunando en el Hotel
Melià Cohíba de La Habana, donde la esposa
del secretario de Turismo era la Gerente, y a
través de ella me enteré que había una reunión
entre Lawrence Elliot Vicepresidente de Sunwings
Chárteres de Canadá, y con el secretario de
Turismo cubano y me acerque a saludarlos, porque
a Lawrence ya lo conocía, desde hace más de 25
años, pues había llenado de clientes los hoteles que
manejaba en Todo Incluido, después al saludar a
Manuel Marrero, Secretario de Turismo de Cuba, lo
primero que dijo fue, “¡a Marrón ya lo conozco!si
tuviera un hotel se lo daría a administrar a él”.
Lawrence me pidió que lo esperara, platicamos y
me comentó que la compañía chartera que solo
prestaba el servicio de avión, iba a incursionar en
la hotelería, pero no tenía Director de Operaciones
para Cuba, me hicieron una buena propuesta y
me fui con ellos.
Abrí 5 hoteles con un total de 3 mil habitaciones
(ahora tienen más de 10 hoteles), 2 años estuve con
ellos, terminé mi etapa en Cuba después de casi
una década y regresamos a México, mi idea era
descansar, trabajé 50 años sin parar, pero tampoco
quería estar todo el tiempo en casa, así que busqué
a un amigo, Miguel Torruco Márquez, propietario
de la Universidad Panamericana de Hotelería, y
entré a dar clases, tuve 2 grupos, uno de ellos me
decepcionó totalmente, el otro excelente. Creo que
ahora algunos jóvenes estudian Turismo porque
creen que es la panacea, no porque sientan el deseo
de servir y atender. Regresé a manejar 2 hoteles
en Culiacán, Sinaloa y otro en Cozumel, finalmente
hace un año, decidí tomar un año sabático y disfrutar
a mi esposa, hijos y nietas.
La mujer es la
parte medular para que
un hotelero tenga éxito
Parte de mi trabajo era andar viajando y operando
hoteles, mi esposa, Rosita Estrabeau, prácticamente
tenía las maletas en la puerta, estaba lista para
viajar a donde fuese y cuando fuera necesario,
empezábamos nuevamente en cada lugar, escuelas
nuevas para los niños, nuevos amigos, etc.
En la hotelería, hay muchas tentaciones, -las mujeres
y el alcohol- hay que ser muy disciplinados y mi
esposa siempre estuvo ayudándome a no perder el
piso ni la cordura. Es una profesión intensa, desde
temprano (6:30 a.m.) revisar que los alimentos estén
en tiempo y forma y en la noche que los espectáculos
salgan bien, terminas promedio 11:30 p.m., es un
trabajo de todo el día, todos los días, domingos,
días festivos, vacaciones, navidad etcétera, es muy
matado pero hermoso, porque sirves a la gente.
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