EmpoderaMIA_JUNIO 2018 Núm02_Web

EMPODERA
MUJER INTELIGENTEMENTE ACTIVA
Embarazo
¿barrera
profesional?
Por Adrián Hernández Sánchez
Licenciado en Derecho
Maestro en Derecho Penal
Analista en la Dirección de Adquisiciones de Bienes
y Servicios en la Secretaría de Finanzas y Administración del
Gobierno del Estado de Puebla
Fundador del despacho jurídico Lex Honoris
Hernández & Abogados S.C.
Una de las preocupaciones a las que se
enfrentan las mujeres en etapa laboral
es la incertidumbre de qué pasaría si
decidieran tener un hijo, por eso, en esta edición
abordaremos los derechos laborales de las mujeres
y en particular los derechos laborales para las
mujeres embarazadas.
El trabajo, según la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, es considerado como un
derecho humano, el cual gozan hombre y mujeres
por igual; este derecho se encuentra regulado en
el artículo 5° de nuestra Carta Magna y en el cual
se establece la libertad de profesión, industria o
comercio, siempre y cuando éste sea lícito.
Conforme a lo establecido en la Ley Federal del
Trabajo (LFT) y la Constitución, las mujeres y los
hombres son vistos como iguales, y como mujer
tienes derecho a:
• Ser tratada de manera digna
• A no ser acosada o agredida sexualmente
• No ser discriminada, por el hecho de ser mujer,
por ser madre o por encontrarse embarazada
• A recibir el mismo sueldo por el mismo trabajo
realizado y por ocupar el mismo rango laboral
que cualquier hombre
• A tener las mismas posibilidades de desarrollo y
ascenso laboral
• Que no se te exija la presentación de
certificados médicos de no embarazo para
el ingreso, permanencia o ascenso en el
empleo (Artículo 133, fracción XIV LFT)
• Recibir todas las prestaciones establecidas en la
ley, entre otros
¿Trabajo o familia?
No hay necesidad de ponerte en esta disyuntiva,
el embarazo es un hecho jurídico relacionado con
la reproducción del ser humano, del cual surgen
derechos y obligaciones.
La mujer al encontrarse trabajando durante su
período de gestación tiene una serie de derechos,
más no de privilegios, que van encaminados a
proteger la integridad de la madre y del feto,
pero sobre todo para evitar la inseguridad y
discriminación laboral que esta condición le
genera a la mujer.
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