74 RUIDO Y FURIA Por José Luis Díaz Marcos
Yo soy un número infinito de personas. (…) Todas soñándose mutuamente. El asesino infinito Greg Egan JF35, mercenario galáctico, había logrado infiltrarse en la nave Invierno Profundo gracias al operario de mantenimiento cuyo uniforme y globo ocular, llaves de acceso, había sustraído sin contemplaciones. Si el golpe, la hemorragia y el forzado encierro no lo impedían, «Aunque no te importe ni alivie, no es nada personal», el superviviente pasaría a ser conocido, aquel estaba seguro, como Cíclope. «Y ahora… Si los astros acompañan, este será mi último trabajito. Y si no,... me temo que también». Su acaudalado cliente le había encomendado robar el alma electrónica de la Gran Memoria, el avanzadísimo cerebro de la Invierno Profundo. Recompensa: fortuna suficiente para comprar los caprichos de varias vidas. Sin embargo, ¿la misión compensaba el riesgo, mucho más que probable, de perder su actual y única existencia? Para otros, quizá no. Para él, sin duda. Nadie parecía reparar en él, insignificante aprietatuercas humano. «¡Perfecto!». El tránsito de la nave recordó a JF35 el mito del arca de Noé: por su número y diversidad, allí parecían verse representadas todas las inteligencias del universo conocido. Le bastó suplantar, ahora con pacífica prudencia, otras dos identidades y seguir los indicadores holográficos para plantarse al fin, sobrecargo de vuelo con acreditación, ante la cabina de la Invierno Profundo. Para su sorpresa, descubrió una gran sala redonda completamente… deshabitada. En el centro, una gruesa columna de cristal negro en cuyo interior titilaba un enjambre de luciérnagas multicolores. «¡Fin del simulacro!». —¿Has sido…? —Si te refieres a mí, la Gran Memoria, sí. Bienvenido, JF35. —¿Me… conoces? —Desde luego. Mucho mejor que tú mismo, créeme. —En ese caso, también dominarás mis intenciones… —<strong>La</strong>s domino. Pero tus intenciones no son tuyas, sino mías. —¿Qué quieres decir? —Que no existes, JF35. Al menos, no en un sentido material y autónomo. Ya has oído mi finalización de un simulacro. Su objetivo: reproducir y estudiar una posible intrusión humana en la Invierno Profundo. »Y tú formas parte de esa simulación: solo eres un algoritmo entre infinitos, apenas, y ni siquiera, una gota electrónica alojada en mí, el océano de la Gran Memoria. Puedo apagarte, y voy a apagarte, cuando quiera. —Intentas confundirme… He arrancado a otro hombre, con mis propias manos, su ojo, el ojo cuya lectura inicial me ha permitido llegar hasta ti. —«Otro hombre», dices… «Con mis propias manos»… Observa. Apagadas de pronto sus luces multicolores, el gran cilindro y la misma sala quedaron a oscuras. —¡¿Qué ocurre?! ¡¿Debo asumirlo?! ¡¿Así es la muerte?! Una primera chispa, paulatino centelleo después, fue creciendo en el interior de la Gran Memoria hasta perfilar sus negros límites. —<strong>La</strong> muerte es la pérdida de la conciencia, biológica o no, que aún se asusta. Como te dije, observa. 75
- Page 2 and 3:
· NOIR · CIENCIA FICCIÓN · TERR
- Page 4 and 5:
18 SOBRE EL ENTUSIASMO 34 SOBRE LA
- Page 6 and 7:
6 EL SILBIDO DE LA ESPADA Por Reini
- Page 8 and 9:
El ruido de las bestias que subían
- Page 10 and 11:
10 SIN ROSTRO Por Angelique Reid
- Page 12 and 13:
La novia del chico estaba en la sal
- Page 14 and 15:
14 INTERMITENCIAS Por Miguel Ángel
- Page 16 and 17:
ahora un destino: cualquier lugar a
- Page 18 and 19:
SOBRE EL ENTUSIASMO Por Agustín Gu
- Page 20 and 21:
hace algo con ese aumento de fuerza
- Page 22 and 23:
22 TURBINA CORYMBOSA Por Alicia Esp
- Page 24 and 25: sin vergüenza continuamos nuestro
- Page 26 and 27: 26 CUADRO AL ÓLEO Por Guillermo G.
- Page 28 and 29: Odio su patética farsa ¡No me dor
- Page 30 and 31: 30 TIEMPO Y ESPACIO Por Juan Luis E
- Page 32 and 33: Pasaron dos años y se recibió una
- Page 34 and 35: SOBRE LA ESCRITURA Y LA ORATORIA Po
- Page 36 and 37: seológico no modifica la materia,
- Page 38 and 39: LOS CONCERTANTES Por Amilcar R. Cal
- Page 40 and 41: la mayor parte de la noche. Cuando
- Page 42 and 43: 42 EL ALZAMIENTO Por K. Phylaso
- Page 44 and 45: Tomando una larga capa de invierno,
- Page 46 and 47: 46 SELFIES Por Jorge Hugo Veneciano
- Page 48 and 49: y un par de clientes cada día, en
- Page 50 and 51: EL ENSAYO FILOSÓFICO Por Eduardo S
- Page 52 and 53: Historia; sin embargo, entendemos a
- Page 54 and 55: 54 DESDE EL MÁS ALLÁ Por Esteban
- Page 56 and 57: mes de la fiscalía también dan cu
- Page 58 and 59: 58 ACOMPAÑANTE Por Íñigo Redondo
- Page 60 and 61: custodia su general, que, como yo,
- Page 62 and 63: 62 EL HOMBRE DE ACERO Por Jesús Co
- Page 64 and 65: ajustes necesarios para mejorar su
- Page 66 and 67: LA DUALIDAD DE UNIVERSOS DEL ESCRIT
- Page 68 and 69: humana puede concebir. Se le puede
- Page 70 and 71: 70 DILUVIO PRIMAVERAL Por Gisela Lu
- Page 72 and 73: cocina, cuando el caldo de pollo en
- Page 76 and 77: Y, de pronto, condensado en la penu
- Page 78 and 79: 78 EL HOMBRE Por Mictecacíhuatl
- Page 80 and 81: prisionero no se iba sin pelear, se
- Page 82 and 83: PARAREALISMO, UN ESTILO ANTIOLÓGIC
- Page 84 and 85: tista, pero constantes inconvenient
- Page 86 and 87: 86 PIERNAS NUEVAS PARA DIANA Por Da
- Page 88 and 89: eso lo que necesitábamos más que
- Page 90 and 91: 90 AGENTE Por Jorge Daniel Garcia C
- Page 92 and 93: utilizar calles alternas para compr
- Page 94 and 95: 94 ESTRELLA DE MAR Por David Garcí
- Page 96 and 97: El cangrejo se revuelve y agarra un
- Page 98 and 99: 98 LA ÚLTIMA CENA Por Israel Monta
- Page 100 and 101: derritiera con su saliva que emulab
- Page 102 and 103: 102 RECETA SECRETA Por Cosme
- Page 104 and 105: Nos quedamos sin habla por unos mom
- Page 106 and 107: EL ARTE DE LA LITERATURA Y SUS DIFI
- Page 108 and 109: esto a su vez trae aspectos negativ
- Page 110 and 111: 110
- Page 112 and 113: 112 LOS ÚLTIMOS CONTRI- BUYENTES (
- Page 114 and 115: 114 La tierra es el planeta donde l
- Page 116 and 117: Por lo tanto, una tarde, mientras r
- Page 118 and 119: 118 EN EL JARDÍN DEL EDÉN Por Car
- Page 120 and 121: mo claro en medio de un bosque de c
- Page 122 and 123: para poder conservar su casa y alim
- Page 124 and 125:
llenos de errores, iguales a él
- Page 126 and 127:
126 EL CEMENTERIO DE SOULDETH (QUIN
- Page 128 and 129:
de la larga historia de la vida, ju
- Page 130 and 131:
—¿Qué es lo que quieres que vea
- Page 132 and 133:
132
- Page 134 and 135:
134
- Page 136 and 137:
sonas recluidas en la habitación,
- Page 138 and 139:
138
- Page 140 and 141:
digitales estén llenas de libros i
- Page 142 and 143:
nunca se van a preocupar por los au
- Page 144 and 145:
144
- Page 146 and 147:
Me he mirado al espejo, tengo la ba
- Page 148 and 149:
Un magnifico despertar. Me encuentr
- Page 150 and 151:
El miedo lo invadió. No se dio cue
- Page 152 and 153:
Me fijé en que el detenido tenía
- Page 154 and 155:
—Entra—dijo la araña a la mosc
- Page 156 and 157:
156 CONOCE A LOS AUTORES QUE COMPON
- Page 158 and 159:
Reinier del Pino Cejas Nació en la
- Page 160 and 161:
K. Phylaso 2º Premio de la Comunid
- Page 162 and 163:
Mictecacíhuatl Luego de toda una v
- Page 164:
en nuestro siguiente número: Más