Abuso_sexual_infantil_digital uruguay
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Capítulo 7. Una mirada a los protagonistas de la historia<br />
103<br />
Dice Intebi:<br />
El abusador <strong>sexual</strong>, como todo transgresor, tiene facilidad y experiencia para<br />
manipular las percepciones, emociones y juicios de los demás, logrando así distorsionar<br />
la realidad de la manera que le resulte más conveniente. Por lo tanto no<br />
es de extrañar que también manipule al investigador que lo interroga acerca de<br />
sus intereses <strong>sexual</strong>es y de sus antecedentes <strong>sexual</strong>es y sociales. (Intebi, 1998: 117)<br />
Esto, por mucho que cueste admitirlo, es una señal de advertencia hacia<br />
cada uno de los agentes de intervención en este tema.<br />
Sigue Intebi:<br />
Todos los especialistas que se han ocupado del tema coinciden en que los<br />
ofensores <strong>sexual</strong>es son manipuladores y tienen fuertes tendencias a utilizar la<br />
negación, la proyección, la racionalización, la minimización, la parcialización,<br />
como mecanismos de defensa que les permiten contar fragmentos de las situaciones<br />
abusivas que no resultan tan comprometedoras para su autoimagen, sin<br />
llegar a sentir que mienten. (Intebi, 1998: 117)<br />
En términos generales los abusadores no reconocen sus acciones. En<br />
aquellos que no fueron condenados por la situación de abuso o cuya situación<br />
procesal está en curso de investigación, uno de los mayores desafíos es<br />
determinar hasta qué punto el no reconocimiento es parte de una estrategia<br />
para su defensa legal y hasta qué punto es parte de la propia patología.<br />
Los que reconocen el abuso <strong>sexual</strong> suelen hacerlo porque han sido descubiertos<br />
o confrontados de alguna forma, y nunca reconocen todos los hechos;<br />
comienzan a minimizarlos (“Fue solo una vez”, “Solo la toqué”) y a<br />
justificarlos desde el vamos (“Estaba borracho”, “Estaba dormido”, “Ella se<br />
metió en mi cama”, “Se puso esa pollerita”), y pueden llegar a utilizar razonamientos<br />
confusos, del estilo: “Si lo hice, no me di cuenta”, “Vos decís que<br />
lo hice y puede ser, pero no lo hice, creeme vos a mí”.<br />
Algunos ofensores <strong>sexual</strong>es pueden presentar rasgos de psicopatía —de<br />
acuerdo al listado de psicopatía de Hare—, tales como falta de empatía,<br />
conducta impulsiva y pobre control conductual. Sin embargo, no necesariamente<br />
reúnen las características necesarias para ser diagnosticados como<br />
psicópatas (Van Dam, 2001).<br />
Según Salter (1995), la conducta <strong>sexual</strong> abusiva debe ser pensada desde la<br />
perspectiva de un ciclo de conducta desviada. No es algo que simplemente