31.01.2019 Views

Medicina.forense.Grandini.3ª.Ed

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

154<br />

<strong>Medicina</strong> <strong>forense</strong><br />

Existe ahora la inquietud, a partir de fundamentos científicos, de comprender la<br />

conducta humana a partir del modelo que propone concebir al hombre como una entidad<br />

“biopsicosocial” y por lo tanto entender la conducta como el producto de la interacción de<br />

estos factores; esta formulación evita la adopción de posiciones reduccionistas.<br />

A principios del siglo XX, los psiquiatras pusieron su atención en la deficiencia mental<br />

y algunos pensaron que ésta era un factor capaz de explicar algunas acciones criminales.<br />

Fernall propuso que todo débil mental era un criminal en potencia si se reunían ciertas<br />

condiciones ambientales. El uso generalizado en algún tiempo de las pruebas de Simmon y<br />

Binnet logró detectar 25 a 98% de los débiles mentales en algunas prisiones. Sin embargo,<br />

otros autores como Murchinsson no han podido replicar estos datos. En la actualidad, si se<br />

elimina el error de la generalización, se acepta que ciertos débiles mentales son propensos<br />

a cometer ciertas acciones criminales.<br />

Otro inciso importante es la clasificación actual que sugiere el DSM-V para el retraso<br />

mental, basada en la determinación del coeficiente intelectual por medio de pruebas neuropsicológicas<br />

específicas como la WAIS (Escala de Inteligencia para Adultos, por sus siglas<br />

en inglés), entre otras que valoran las función cognitiva e integridad neurológica en cuanto<br />

a las funciones más importantes a nivel intelectual de una persona. Estas valoraciones han<br />

sido fundamentales, dado que de esta manera pueden abolirse términos como “idiota” e<br />

“imbécil”, utilizados en los códigos civil y penal de México (antes de la reforma de 1984).<br />

En el cuadro 10-1 se ilustra dicha clasificación con su equivalencia anterior.<br />

Si se trazara una clasificación simplista de los padecimientos mentales, se podrían<br />

dividir en trastornos en los que se pierde el contacto con la realidad o psicóticos y aquellos<br />

en los cuales se perturba de manera notable la emoción, pero sin una pérdida del contacto<br />

o bien una inadecuada interpretación de la realidad. Para prácticamente todas las funciones<br />

mentales se ha podido determinar su correlación con la función cerebral, ya sea a<br />

nivel de una zona particular (como problemas del lenguaje) o bien de algún circuito (como<br />

en las adicciones y la memoria, entre otros). De igual manera, para prácticamente todos<br />

los trastornos de la conducta (incluidas la agresividad y la conducta sociopática) se han<br />

identificado los circuitos cerebrales que funcionan de modo deficiente. Esto no significa<br />

que se puedan establecerse diagnósticos inequívocos o que se disponga de fármacos para<br />

el tratamiento de todas estas alteraciones; sin embargo, la posibilidad de entenderlos mejor<br />

a nivel científico probablemente en el futuro suministrará estas herramientas tanto diagnósticas<br />

como terapéuticas.<br />

En los trastornos cerebrales que afectan la conducta (psiquiátricos) es importante referirse<br />

al grupo de los enfermos epilépticos. Falconer mostró que el 38% de éstos muestra<br />

Cuadro 10-1. Escala de inteligencia para adultos (DSM-V)<br />

Subtipos de retraso mental CI Términos anteriores<br />

Leve 50 a 70 Débil mental<br />

Moderado 35 a 49 Imbécil<br />

Grave 20 a 34 Imbécil<br />

CI, coeficiente intelectual.<br />

© <strong>Ed</strong>itorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!