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Las mujeres y los Medios de Comunicación
su barrio, su tierra, sin chovinismos, hace un recorrido por los emplazamientos
emblemáticos del barrio de Triana, una de estas canciones que tanto abundan entre
los cantantes andaluces de afirmación identitaria, en este caso sin esfuerzo de
explotación de su condición de mujer ni de su aspecto alejado de faralaes.
TOCAR EL CIELO
Yo conocí el firmamento,
Me recosté en una nube,
me deslicé por el viento
y en la luna me entretuve.
Pude besar una estrella,
acariciar un lucero,
y en la cola de un cometa
pasearme por el cielo.
Estribillo
Eso sin dar medio paso,
fuera de tu habitación,
Sin escuchar más sonido
que el de tu respiración.
¿Quién se puede conformar
con haber tocao el cielo
y no volverlo a tocar?
¿Quién se puede conformar
con haber tocao el cielo
y no volverlo a tocar?
Bis
Alcancé sin darme cuenta
la cima de mis sentidos.
Lo que nunca imaginar
era posible contigo.
Ir al centro del amor,
ver la cara a la ternura
Encontrarme la pasión
rodeando mi cintura.
Estribillo
Este también es el año en que graba en Francia con la casa Audivis Ana Salazar,
gaditana, un caso artístico reseñable de nuestra música y poco conocido. La
fusión se hace en ella y en forma de flamenco jazz y también por la combinación de
cante y baile, puesto que ambas cosas conjuga. Con esta interesante mezcla graba
el disco Flamenco Move, además de otro llamado Chanson flamenca, homenaje a
la música francesa. En 2003 sale con el volumen Ana Salazar canta a Edith Piaf.
2000. Si nos dejan. Tamara. Canción romántica.
La canción del amor por excelencia, distinta del desgarro del fado, del tango o
la copla, es, sin duda, el bolero. Eso comenzó haciendo Tamara 56 , siendo casi una
niña. La artista sevillana es otro ejemplo de la nueva generación que toma el relevo
y de la variedad ecléctica de productos musicales andaluces. Su trabajo es una
rareza en el panorama español en sí mismo, no sólo en el andaluz; es extraño ver a
una mujer tan joven y andaluza cantando boleros, sin ninguna intencionalidad de
reivindicación o atisbo de cultura andaluza en sus canciones. Ello sucede en este
trabajo y en sucesivos, como el llamado Tamara canta a Roberto Carlos (2004) o
Perfecto (2007), que incluye una canción donde se estrena componiendo. Entre
boleros y baladas, femenina pero sin excesos sensuales, al menos hasta que alcan-
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http://www.tamaraweb.com/.
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