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Las mujeres y los Medios de Comunicación
Con siete trabajos discográficos desde su primer Rosa, pasando por Me siento
viva (2006), de pop y baladas, hasta Promesas (2008), casi desapercibido, la artista
granadina sólo deja entrever su origen andaluz cuando habla por su acento.
La canción es de Toni Ten Martínez, elegida también por aclamación popular,
como Rosa para interpretarla. El tema tiene vocación internacional con esa frase en
inglés que hace referencia a la celebración del propio festival como fiesta de Europa.
El resto se convierte en un acúmulo de frases sueltas difíciles de interpretar: un sueño
colectivo (“nuestro”) hecho realidad, un estar en alguna parte que era a donde se quería
ir, y un sentimiento sincero que no engaña y dirige a la cantante hacia otra persona.
Y lo difícil es entender el número de copias vendidas con un tema que además de
poseer esta letra críptica, desde el punto de vista musical tampoco se puede decir
que sea ni para bailar ni para oír, con un ritmo pachanguero de orquesta de celebración
familiar: en definitiva un producto con un markenting muy bueno detrás.
Y de uno a otro, Las Ketchup. En este verano de 2002 vendieron doce millones
de copias con el Aserejé, acompañado de coreografía fácil, todo un fenómeno musical
mundial como el que ya importamos años antes, la Macarena de Los del Río.
Fue número uno en veinte países en ese verano. Lucía, Lola y Pilar Muñoz son tres
hermanas que hacen fusión de flamenco y europop. Son hijas del guitarrista Juan
Muñoz, el Tomate, de ahí la gracia del nombre de la agrupación. El disco se llamó
Las hijas del tomate, literalmente, juego de palabras divertido que muestra a unas
hijas adaptadas a su tiempo que no hacen flamenco puro, como el ketchup tampoco
es tomate puro, sino una fusión de ingredientes aunque su porcentaje mayor
sea el de tomate. Su siguiente trabajo preparado para Eurovisión con catastróficos
resultados (puesto veintiuno en 2006) fue llamado Bloodymary, cóctel que se hace
con zumo de tomate, que no llegó más que a unas veinte mil copias. Y desde entonces,
hasta hoy.
ASEREJÉ
Mira lo que se avecina
a la vuelta de la esquina,
viene Diego rumbeando.
Con la luna en las pupilas
y en su traje agua marina
van restos de contrabando.
Y donde más no cabe un alma
allí se mete a darse caña
poseído por el ritmo ragatanga
y el dijey que lo conoce
toca el himno de las doce
para Diego la canción más deseada.
Y la baila… y la goza… y la canta…
Aserejè ja de jè de jebe tu de jebere
sebiunouva majabi an de bugui an de buididipi.
Aserejè ja de je de jebe tu de jebere
sebiunouva majabi an de bugi an de
buididipi.
No es cosa de brujería
que lo encuentre to los días
por donde voy caminando.
Diego tiene chulería
y ese punto de alegría
rastafari afrogitano.
Y donde más no cabe un alma
allí se mete y se da caña
poseído por el ritmo ragatanga
y el dijey que lo conoce
toca el himno de las doce
para Diego la canción más deseada.
Y la baila… y la goza… y la canta…
Asereje ja de jè de jebe tu de jebere
sebiunouva majabi an de bugui an de buididipi.
Aserejè ja de je de jebe tu de jebere
sebiunouva majabi an de bugui an de buididipi.
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