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Las mujeres y los Medios de Comunicación
porque las “ilustradas” eran escasas, pero aun así, de forma “luminosa”, se empezó
a hablar de la vindicación de los derechos de las mujeres. Es la “vindicación de la
ciudadanía”. La creadora de este término fue Mary Wollstonecraft que en 1792
publicó A Vindication of the Rights of Woman, traducido como Vindicación de los
derechos de la mujer. De esta forma defendió ante todo la importancia del papel de
las mujeres en la sociedad puesto que ellas son las primeras responsables de la
educación de la infancia y por lo tanto deben recibir todos los beneficios de la educación
más completa. Con eso pretendió rebatir la generalizada creencia acerca de
que no era necesario que las mujeres tuvieran acceso a la educación, creencia sostenida
igualmente por científicos y políticos. Reforzando sus afirmaciones, hace un
llamamiento a lo que hoy llamaríamos “conciliación” ya que afirma que, cuando
estuviesen adecuadamente educadas, la mujeres podrían ser algo más que meras
esposas: podrían ser “compañeras” de sus maridos.
Junto al nombre de Mary Wollstonecraft
nunca se borrará el recuerdo de Louise de
Lacombe y Olimpia de Gouges que encabeza
ron, durante la Revolución Francesa un
grupo de protesta aduciendo que la Declaración
de Derechos del hombre y del ciudadano
se refería simplemente a los derechos de los
varones y, en consecuencia, ellas solicitaban
una declaración de los derechos de “la mujer
y la ciudadana”. Encontraron una cerrada
resistencia de aquellos “avanzados” padres
de la patria pero en 1793, el 20 de noviembre,
consi guieron unos “Derechos de la Mujer” con
el lema de “si las mujeres pueden subir al
cadalso, también pueden subir a la tribuna”.
Fue un bello gesto, pero al parecer esos derechos
se perdieron en unos tiempos que
todavía no estaban maduros obteniendo tan
sólo el de subir a la guillotina.
Una segunda fase del feminismo aparece
en el s. XIX. Ahora las protagonistas son
denominadas en forma despectiva como “sufragistas”. Son mujeres valientes y atrevidas
que reclaman el derecho al Voto sin olvidar el ya reivindicado derecho a la
Educación, muy especialmente la Superior. Pedían reformas de matiz político, social
y hasta económico, y su movimiento adquirió dimensiones internacionales aunque
los destacados focos se localizaron en Inglaterra y Estados Unidos. Los más importantes
de sus reivindicaciones fueron las relacionadas con el voto, de ahí el nombre
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