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LAS MUJERES Y LOS MEDIOS
de entretenimiento. Para todos ellos hay una cantante y una canción andaluza. Y
todos llevamos dentro un oyente ecléctico, como llama García Quiñones (2005),
para cada momento podemos disponer de una de estas canciones o intérpretes,
en función de nuestra necesidad y sensibilidad puntuales como oyentes.
La globalización afecta a la construcción de mujeres andaluzas y sus canciones,
en tanto que forman parte de este mundo igualado y homogéneo, pero hay dos
cuestiones que flotan y traspasan la homogeneidad con lo exterior: los problemas
sociales, como la inmigración por ejemplo, que sumados al aspecto hacen que sean
mujeres de su tiempo. Quedan muy pocas marcadamente andaluzas, ahora bien,
todas ellas tienen, conservan, un acento andaluz y ritmos o “pellizcos” andaluces
incluso en las que menos acusan su procedencia, manteniendo esos rasgos identitarios
que hacen compaginar lo global con lo ancestral. Sin saberlo se han sumado
a lo que a finales del siglo XX se ha llamado cosmopolismo, una manera de ser universal
pero no globalizado por la presión dominante. En realidad la geografía física
de nuestro enclave nos sitúa entre el Islam y Europa. La multiculturalidad de nuestra
tierra construye nuestra cultura como un proceso dinámico que ha encontrado
mucha permeabilidad en la canción y la música, que no tanto en el cine o en la televisión,
sin perder la esencia base. Es lo que dice Provansal: “El mestizaje creciente
de nuestras sociedades no hace desaparecer los habituales locus de referencia
identitarios” (2002: 250) y además se mantiene allá a donde vaya la persona, incluso
transmitiéndolo a sus descendientes, es lo que denomina territorios circulatorios.
Cuando se citó a Asensio (2004) se hizo en relación a la construcción de la imagen
de la ciudad a partir de la música electrónica en la era postindustrial. En este
proceso de construcción, es innegable la importancia de los sonidos que evocan
en la imaginación unos referentes reales que terminamos interiorizando y convirtiéndolos
en sonotopos (lugares sonoros simbólicos). Las nuevas realidades exigen
nuevos conceptos que apelan a nuevos sonidos y comienza la reatroalimentación
de la música que recoge una nueva realidad y al fijarla la transmite y devuelve para
su consolidación. La música andaluza de mujer está plagada de ello a través de la
fusiones, no tanto de sonidos inventados, sí reinventados. Los nuevos lenguajes se
desarrollan porque existen nuevas necesidades. La inmigración, la maternidad, la
violencia de género, la delincuencia, la drogadicción, el sexo, la igualdad de la mujer,
su empoderamiento, el techo de cristal o el muro de terciopelo… La canción de
mujer andaluza dentro en los márgenes de la música comercial combina:
• Discursos sociales con
• Discursos estéticos y
• Discursos expresivos
Letras de amor, letras bordes, letras sensuales, provocadoras, sobre malos tratos,
sobre libertad, mujeres viejas (no se puede olvidar una referencia mínima a la
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