2019 – Libro Oficial de Fiestas de Moros y Cristianos de Ibi

Revista Literaria
Yo nací en Andalucía
En El Carpio de mis
amores
con una campiña, muy
rica,
para los grandes señores.
Trabajadores del campo
sin ilusiones ningunas,
poco ganan trabajando
imposible hacer fortuna.
Un familiar ya cansado
hasta aquí vino a probar
y se colocó al momento
en la fábrica Paya.
En sus cartas nos decía
que su vida le cambiaba,
muy pronto compró su
casa,
cosa que allí ni soñaba.
Yo tenía diecisiete años
al final de los cuarenta,
y a sus cartas contestaba
cuando me decía mi
abuela.
Cuando sus cartas leía
daban ganas de venir
luego en mi luna de miel,
este sueño lo cumplí.
El año cincuentaynueve
veo hacer pisos, los
primeros
Nueva York, dentro de Ibi,
ya se manejaba dinero.
El ambiente era
expectante
se empieza a reconocer,
que el ibense es
admirable
un emprendedor con fe.
Con la nieve almacenada
aprendió y se hizo
helador,
como el helado gustaba
media España conquistó.
Después fueron los Paya
que buen acierto tuvieron,
fue un bonito despertar.
¡Los primeros jugueteros!
Luego el juguete inundó
de ilusión el mundo
entero,
Ibi se puso el primero
¡Ganó su puesto de
honor!
Hoy es un pueblo
importante
POESIAS
Con el correr de los tiempos
quien lo visite verá,
tiene una industria
boyante
y un desarrollo ejemplar.
Cuna y manantial de
sueños
de delirios infantiles,
de alegrías y esperanzas,
de empresarios
invencibles.
Maestros capacitados
que apuestan por
convertir,
su trabajo en la pasión
de hacer al niño feliz.
Son amantes de las
fiestas
porque saben disfrutar.
Todo lo que tocan suena.
¡Nada les suele fallar!
La famosa enfarinats,
cabalgata de Reyes
Magos,
son fiestas de mucho
arraigo
en este pueblo soberano.
De sus fiestas la más
grande
son los Moros y
Cristianos,
todo el pueblo participa
tras de un año cavilando.
Todo debe estar a punto,
llega el día de la entrada,
las comparsas van
buscando
cada cual su abanderada.
El pueblo vive en la calle
no cabe más ilusión.
Música y festeros juntos
van al punto de reunión.
Organizando la entrada
se empieza la formación.
Música tras las carrozas
se desmadra la emoción.
Ya se acercan las
banderas,
las comparsas con sus
galas,
el cabo que va mandando
va dirigiendo, ordenando,
presumiendo de su
escuadra.
Como encarnada en un
ángel
la abanderada verás,
en carroza saludando,
corresponde a los
aplausos
que le brindan al pasar.
Música marcando el ritmo
con mil piezas variadas,
de alegría y sentimiento
va conmoviendo las
almas.
Carrozas engalanadas
compiten con los
caballos,
capitanes y abanderadas
desfilan con sus vasallos.
Su grandeza y resplandor
un derroche de placer.
Disciplina y diversión
se conjugan a la vez.
Mientras el gentío
disfruta
aplaudiendo apasionado
orgulloso de su fiesta
y de este pueblo
enamorado.
Todas las fiestas y el
pueblo cuentan con la
bendición,
de su patrona ¡la Virgen!
que nos da su protección.
Virgen de los
Desamparados
patrona por devoción.
Te pedimos, suplicando,
nos confortes con tu
amor.
Que nos des salud y
fuerzas.
y celebremos en tu
Honor
nuestras fiestas
patronales siguiendo la
tradición.
Como broche de esta
fiesta
sacamos en procesión.
Nuestra Patrona Divina,
la más pura y que más
brilla.
¡Madre del hijo de Dios!
Cuando ha pasado la
fiesta
sientes gran
satisfacción,
llega el día de descanso
un tiempo de reflexión.
Pepe Sirvent
Este que escribe y saluda
agradecido y enamorado
de este pueblo y de su gente
piensa y tiene comprobado
que este es un pueblo valiente.
El mejor que se ha creado…..
Y hay quien dice todavía
que antes se vivía mejor.
Es una forma de ver.
No dudes al comparar.
Lo que se alcanza en grandeza,
se pierde en tranquilidad.
Pepe Sirvent
Desde la pena
de un padre
Israel y Palestina
no paran de guerrear.
¿Hasta cuándo? ¿No se cansan?
¿Cuándo, se desengañaran?
Los mandos sin correr peligro
se dedican a tratar,
sin prisas para el acuerdo
siguen sin firmar la paz.
Terrorismo y guerra sucia
siempre hay muertos sin cesar,
donde nació Jesucristo.
¡Qué mal ejemplo nos dan!
Una vez bajó a la tierra
para el mundo reformar,
no sé si acabó la guerra,
la discordia siguen igual.
Tres religiones revueltas
y en paz no pueden vivir,
porque problemas le sobran
nadie se siente feliz.
Todos rezan a la vez,
a ninguno se le escucha.
¿Por qué rezan?
¿Para quién?
Ante el cadáver de un hijo
un palestino exclamaba,
sin alientos, ya rendido
con su fe desconcertada.
Al cielo suplico a voces
cansado y desconsolado.
¡De que me sirven tres dioses!
¡Si miran para otro lado!
Pepe Sirvent.
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