10.04.2021 Views

EL VIENTO DE MIS VELAS--J J PICOS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

un chucho ratonero al que le dan a probar la

carne de faisán. Paulina fruncía la boquita con

falso rubor.

Cuando quise darme cuenta, estaba sentado

en una butaca, sonriendo como un pánfilo, con

el buche caliente y la lengua gorda. Ya no veía

la platea. Y no por estar ebrio, no vayan a

malpensar. La doncella había tapado la

balaustrada con un mantón indiano que nos

apartaba de las miradas del resto. A mayores,

los mecheros del teatro de Setaro apenas

servían para su función; me da que no era por

ahorrar. Al cómico le iba el hacerse alcahuete

de las travesuras a que diera lugar un

aposento discreto. Me consta que el propio

Casanova, después de pasar por Madrid,

mostró su disgusto por ese modo nuestro de

cerrar los palcos con barandillas, y no con

antepechos macizos, como en Italia. No tardó

el veneciano incansable en responderse a sí

mismo: «La Inquisición tiene la culpa»,

sentenció.

Pues, a despecho de los poderes que

protegían la pudicia desde la atalaya del palco

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!