ConSentido - Segunda Edición
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05. Pasión por la Educación
Cual efecto dominó, al herir o limitar el
desarrollo de una dimensión humana,
afectamos el de las subsecuentes. La
quinta dimensión, la dimensión social,
se ve desquebrajada al estar afectada
la dimensión comunicativo – expresiva;
aunque el ser humano es sociable
por naturaleza, si tiene bloqueada la
comunicación y cada vez es más difícil
expresar lo que siente, socialmente se
generará otra crisis, y para salir de ella
nos volvemos a la histórica pregunta
que ha generado infinidad de opciones,
teorías y respuestas, aunque tal parece
que ninguna convence:
¿Cuál es la esencia del ser humano?
En palabras de Leonardo Boff, haciendo
alusión a Heidegger en su obra Cielo y
Tierra, esclarece que la esencia del ser
humano no es ni la inteligencia, ni el
espíritu, ni la libertad, ni la creatividad,
la esencia del ser humano es el cuidado;
porque el cuidado es la precondición
que debe existir para que irrumpa en
la realidad de un ser, el cuidado es el
orientador anticipado de todas nuestras
acciones. Únicamente con esta idea,
la humanidad será capaz de vivir la
dimensión social, al relacionarse sana
y equilibradamente, porque si es una
persona capaz de cuidar de sí misma,
experimentará una serie de valores
morales y sociales, que le permitirán
cuidar de alguien más, cuidar de las
personas cercanas, de las personas con
las que trata y labora y a su vez será capaz
de cuidar su medio, de sentir empatía
y compasión por todos y todo y en ese
TODO, está enmarcada la Madre Tierra,
porque el principio del cuidado es la única
respuesta a las crisis que la humanidad
atraviesa.
Siendo, en idea de Leonardo Boff, el
cuidado, el orientador anticipado de todas
nuestras acciones, las tres dimensiones
humanas que siguen, estarían resueltas:
la dimensión vocacional-profesional, la
dimensión ético-moral y la dimensión
espiritual o anímica; debido a que cada
una tiene íntima relación con el ser y el
cuidado propio, por lo demás y por todo.
Sin embargo, lastimosamente vivimos
en una cultura del abandono, una
indiferencia manifiesta, se menosprecia
la tradición de la solidaridad de persona
a persona, se vive un desarraigo familiar,
social y cultural ; y esa forma de
actuar, vivir y ser tiene a la humanidad
en inevitable crisis, y con ello una
crisis ecológica en la que a pesar de
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