306 AN. CXXX – MAII-AUGUSTI 2011 – N. 2– Rosales Antonio-Maria, The JesusLetters, Franciscan Development Office,Cebu City 2011, pp. 210.– Weiss Floriano, El Puriskiri. Simplesrecuerdos, Talleres Gráfico “KIPUS”,Cochabamba 2010, pp. 393.– Uribe Fernando, La regola di sanFrancesco. Lettera e Spirito, EdizioniDehoniane, Bologna 2011, pp. 361.
NECROLOGIA1. Fr. Fernando Garzón RamírezBarrancabermeja, Colombia, 29.03.1957Bogotá, Colombia, 06.06.20111. Anuncio de la muerte“Las almas de los justos están en las manos de Dios,donde no les alcanzará ningún tormento. A los ojos delos insensatos no son más que muertos. Su salida de estemundo fue considerada una desgracia, su partida deentre nosotros, una calamidad. Ellos, sin embargo, estángozando en la paz. Aunque a los ojos de los hombreshayan sido castigados con muchos sufrimientos, suesperanza está llena de inmortalidad” (Sab 3, 1-3)Con dolor en el alma, la mente y el corazónles comunico formalmente que nuestroapreciadísimo hermano Ministro provincialFray Fernando Garzón Ramírez, <strong>OFM</strong>,pasó de nuestro mundo terreno a la Casa delPadre Misericordioso, en la tarde de hoy[06.06.2011], en la Clínica UniversitariaColombia de la ciudad de Bogotá D.C. Por lagracia de Dios pudo ser asistido en la oraciónpor parte del Vicario y de los hermanos de laCuria provincial. También había sido ungidopreviamente con el Óleo de los Enfermos.Como se informó oportunamente, nuestrohermano Ministro había sido aquejado porun infarto severo que afectó gran parte desu corazón y, a pesar de los procedimientosimplementados por los médicos, no fueposible que fuesen asimilados por suorganismo debilitado. El Gran Corazón denuestro hermano Ministro, pletórico de gozosafiesta, de cercanía, de entrega, de generosidad,de creativa juventud y de renovadoras ideasfue herido en lo más profundo de su ser yno se recuperó; más no así su legado. Sucorazón fue herido y también el de nuestraProvincia sumamente adolorida por su partida.Sentimos que se ha ido nuestro Ministro: elpadre, el animador, el consejero, el amigo,“el compañero de ruta”, como solía decir.Pero igualmente la fe de quienes hemos sidobautizados en Cristo viene en nuestra ayuda ynos dice, a través del Apóstol san Pablo: “Sihemos muerto con Cristo, viviremos con él.Si sufrimos con paciencia, reinaremos con él.Si lo negamos a él, él también nos negará. Sisomos infieles, él permanece fiel, porque nopuede negarse a sí mismo” (2 Tm 2, 11-12).Nuestro hermano Ministro fue un hombrede fe. Creyó en la renovación de nuestra vidaProvincial y generó abundantes procesosde dinamismo y de búsqueda de nuevasrutas. Siempre nos invitó a marchar pornuevos caminos y, doy fe, que su empeñole llevó a comenzar a transitarlos. Nos dejasu dinamismo, su capacidad de entrega,su contagiosa alegría, su tesón por romperparadigmas, su profundo afecto a los jóvenes,de los cuales quiso hacer su causa. Los invitohermanos, a pesar del dolor que nos embarga,a recordar a Fray Fernando como el hombrefestivo, gozoso, cercano, amable, generoso,luchador y tesonero (alcanzó a realizar lamayor parte de la Visita Canónica Provincial,a pesar de que ya había manifestado algunosquebrantos de salud que quizá no considerófueran serios).Los invito a recordarlo trabajando confe por las causas e ideales por los cuales éltrabajó y luchó; los cuales son los mismos denuestra Provincia. Nos queda luchar y trabajarpor hacer vida en nuestras actitudes de cadadía el Proyecto de Vida Provincial; la tareade trabajar por la Formación Integral de todasnuestras obras y presencias; la importancia dela Proyección Social y la Misión Compartidacon los laicos en dichas obras y presencias(especialmente pensar profundamente enlos jóvenes como sujetos y actores de laNueva Evangelización). Tareas que nuestrohermano soñó, nos ayudó a proyectar yahora, desde la Casa del Padre, nos ayudará ahacer realidad, inspirados por el Espíritu delSeñor y su santa operación. ¡Sepamos hacerde éste doloroso acontecimiento un “NuevoPentecostés”, sabiendo leer los signos de lostiempos que el Señor nos proporciona con ésteacontecimiento!Pido a todos los hermanos de la Provincia,tal como nos lo señalan nuestros EstatutosParticulares, celebrar cada sacerdote unaEucaristía, en sufragio por nuestro hermanoMinistro y, a ser posible, una Eucaristía