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les son los antiguos rituales; nuestros dioses y espíritus son aquellos<br />
de la tierra y aire, fuego y agua. No tomamos más de lo que necesitamos<br />
de la tierra, y lo que cogemos, lo reemplazamos.<br />
Las dos figuras de los lados miraron a la c<strong>en</strong>tral, vestida de oro,<br />
y Amergín se figuró que las mujeres estaban deliberando <strong>en</strong> sil<strong>en</strong>cio.<br />
Ahora se dio cu<strong>en</strong>ta de que cada palabra era crucial. Él había hablado<br />
antes a espíritus y demonios pero nunca había experim<strong>en</strong>tado tanto<br />
poder como éste.<br />
La mujer vestida de oro dio un paso hacia adelante mi<strong>en</strong>tras sus<br />
dos compañeras se se<strong>para</strong>ban un poco. El anciano notó el acercami<strong>en</strong>to<br />
porque el aire <strong>en</strong>tre ellos se rompía con <strong>en</strong>ergía. Mant<strong>en</strong>ía los ojos<br />
bajos: el mirar a la cara a esas criaturas era una invitación a la ceguera,<br />
locura o muerte.<br />
Somos las Tres que es Una, y Una que es esta tierra. Somos el<br />
espíritu de este lugar, la es<strong>en</strong>cia de la tierra y el agua, los bosques, los<br />
lagos, los acantilados y los pantanos. Somos la tierra. Aunque Amergín<br />
estaba delante de la criatura, su voz sonaba perdida y distante. ¿Se<br />
as<strong>en</strong>taría tu g<strong>en</strong>te <strong>en</strong> esta tierra, preguntó.<br />
Ésa no es mi g<strong>en</strong>te, ésos son los seguidores de Mil, un orgulloso<br />
y bravo guerrero que soñaba con esta tierra. Ahora está muerto y sus<br />
hijos han jurado realizar su último deseo; que su g<strong>en</strong>te debería un día<br />
volver a esta tierra. Ahora han vuelto y les gustaría as<strong>en</strong>tarse <strong>en</strong> esta<br />
tierra tan agradable.<br />
Ha habido otros antes que tú, algunos agresivos y ordinarios,<br />
otros apacibles. Ahora La Tribu de Dana posee esta tierra. ¿Crees que<br />
puedes v<strong>en</strong>cerlos<br />
Sólo podemos int<strong>en</strong>tarlo, son una gran raza fuerte y arrogante<br />
pero quizá esa misma arrogancia puede probar su perdición.<br />
No honran la tierra, dijo la mujer de túnica de oro.<br />
La Tribu de Dana, las G<strong>en</strong>tes de la Diosa, destruyeron su previa<br />
tierra, dijo Amergín suavem<strong>en</strong>te, Temo que lo hagan otra vez.<br />
La figura de ropas doradas asintió. Compartimos ese miedo. Soy<br />
Banba, dijo de rep<strong>en</strong>te.<br />
Amergín hizo una inclinación <strong>en</strong> sil<strong>en</strong>cio.<br />
Sabrás que los dioses dep<strong>en</strong>demos de que los humanos nos<br />
v<strong>en</strong>er<strong>en</strong> como sust<strong>en</strong>to. Cuanta más g<strong>en</strong>te nos adore más fuertes nos<br />
volvemos.<br />
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