1194AÑO III. NÚMERO 3. ENERO DE 2005CARELres, con frutos excelentes que se han plasmado en abundantes estudiosmonográficos y ricas colecciones 14 .Según el profesor Pedro Piñero, Andalucía ha sido un pocoolvidada a pesar de que fue en esta región, como dijimos anteriormente,donde se recogen los primeros romances modernos. Delos años del Centro de Estudios Históricos son las primeras encuestasrealizadas en esta extensa zona por los discípulos de donRamón: en la provincia de Sevilla trabajó Manrique de Lara; GloriaGiner de los Ríos, en Granada; en Málaga, Juan MarquésMerchán; Juan Tamayo Francisco, en Almería y Aurelio M. Espinosa,en Cádiz; pero los resultados permanecen, en su mayoría,inéditos. En años posteriores, Manuel Alvar se ocupó de investigarla Andalucía Oriental 15 . Por otro lado, el poeta gaditano PedroPérez Clotet recogió varios temas y algunas versiones en la sierranordeste de Cádiz que publicó por los años 40 16 . El abandono dela Andalucía occidental está siendo solventado desde 1980 por lalabor de la Fundación Machado y su equipo de investigadores.Todo el repertorio recogido será publicado en una colección convolúmenes independientes para cada una de las provincias 17 .2. METODOLOGÍA DE LA ENCUESTA.La recopilación del <strong>romancero</strong> de tradición oral en Carmona tuvolugar en los años 1994 y 1995 supuso en primer lugar una búsquedade informantes, es decir, de los portadores del saber <strong>tradicional</strong>.Los informantes no son personas profesionales, en la mayoríade los casos, ni siquiera son muy conscientes del saber culturalque ellos retienen.En general la mayor parte de informantes son mujeres: todoslos recolectores del <strong>romancero</strong> de tradición oral coinciden en afirmarque son las mujeres las que conservan dicha tradición y estándispuestas a cantarlo. Además, la reclusión en el ámbito hogareñode la mayoría de las mujeres en el siglo pasado acrecentó la conservaciónde estas manifestaciones. Las mujeres, y sobre todo lasde edad más avanzada y dedicadas a tareas de su casa. Por otrolado, era muy común hace décadas que las muchachas formaranparte de talleres de costura o bordados, lugares donde se cultivóel canto coral, o que se reunieran en los patios de vecinos paratomar el fresco y reavivar la memoria. Una vez convertidas en14. Véase en Voces nuevasdel <strong>romancero</strong> castellano-leonés,encuestanorte 1977 del SeminarioMenéndez Pidal, 2vols., Madrid, SMP-Gredos, 1982.15. Véase Manuel Alvar,“Una recogida de romancesen Andalucía(1948-1966)”, en El <strong>romancero</strong>en la tradiciónoral moderna, Madrid,CSMP-Gredos, 1972,págs. 95-116.16. Romances de la sierrade Cádiz, Larache,Sociedad de EstudiosHistóricos Jerezanos,1940.17. Una muestra de loque se ha publicado hastahoy puede serRomancerillo de Arcosde la Frontera, Cádiz,Fundación Machado-Diputación Provincialde Cádiz, 1986, y Romanceroandaluz de tradiciónoral, Sevilla, Ed.Andaluzas Unidas (Bibl.De la Cultura Andaluza,53), 1986.
1195Mª ÁNGELES BAZALO Y RAQUEL BENÍTEZROMANCERO DE LA TRADICIÓN MODERNAamas de casa acompañaban las tareas con los cantos aprendidosde amigas o de sus abuelas. Precisamente las mujeres de edadmás avanzada, con estudios muy primarios o analfabetas, son lasportadoras de la mayor riqueza del <strong>romancero</strong> oral. Este hechopreocupa a los investigadores ya que los hábitos han cambiado,las costumbres se mudan, y estas personas desgraciadamente sellevan su riqueza cultural. Las hornadas jóvenes se han desligadode esta tradición puesto que los tiempos han cambiado, los hábitosfemeninos evolucionaron y este tipo de lírica, a pesar de sutímida pervivencia, realmente puede perderse.Sin embargo, el entorno femenino que rodea a este tipo delírica no se circunscribe a sus difusoras. Los poemas y relatosorales recrean un mundo eminentemente femenino. La mayor partedel corpus recogido en Carmona refleja un universo de conflictosperpetuamente femeninos: el amor, la familia y todos los maticesen torno a estos dos temas copan los verdaderos núcleos temáticosdel <strong>romancero</strong> de tradición oral en Carmona.Como afirmábamos, los hombres son más suspicaces a cantary mostrar la riqueza oral que poseen. Sin embargo, este dato nonos debe llevar a engaño, a pesar de que es bastante frecuente quecualquier hombre se niegue a ser encuestado. Existe un pudorgeneral en el sexo masculino (a veces, extrema vergüenza) quehace que los hombres se nieguen en redondo a participar en lacompilación del <strong>romancero</strong>. Además, argumentan que el hechode cantar es “cosa de mujeres”. Sin embargo, hemos encontradoen Carmona varones que nos han cantado sin ningún tipo de excusa:Francisco Fernández Barrera de 65 años y FranciscoFernández Mora de 37 años.El nivel sociocultural y económico de los informantes en generalnos obliga a decir que la clase más iletrada y, por lo general,de baja condición social, es la depositaria del <strong>romancero</strong> oral. Elconjunto de informantes que conseguimos en Carmona, se componede 28 mujeres y 3 hombres en total. La edad de las informantesfue diversa pues los vaivenes de la encuesta hacían quenos cantasen desde la mujer de edad avanzada que vive sola, viudao soltera, hasta conseguir reunir a una familia entera o vecinasque participaban en el canto. Por ello la informante más joventiene 16 años frente a la más vieja que poseía 94 años.