DOCUMENTO-DE-APOYO-3-MANUAL-ESTILOS-DE-APRENDIZAJE
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sentarse quieto durante cierto tiempo, es poco realista el esperar una inmovilidad<br />
total. Por el contrario, maestro y alumno debieran tratar de encontrar una forma y<br />
nivel de movimiento apto para la tranquilidad de uno y de otro.<br />
PERCEPCIÓN CINESTÉSICA EN EL <strong>APRENDIZAJE</strong> FÍSICO<br />
El conocimiento cinestésico es un sentido interno, un saber cómo se siente el<br />
cuerpo al moverse, cómo se sienten los músculos cuando están tensos o<br />
relajados. A menudo, los alumnos actúan automáticamente, apenas sin saber lo<br />
que están haciendo. No se dan cuenta de que sus mandíbulas o sus hombros<br />
están tensos y que esto distrae su atención. Enseñar mediante un conocimiento<br />
cinestésico debe dirigir la atención hacia el interior, hacia las sensaciones<br />
corporales mejor que hacia las palabras. En su mayoría, los alumnos tienen muy<br />
escasa experiencia con esa atención concentrada, no verbal, respecto a las<br />
sensaciones musculares, pero advertirla y practicar su uso puede mejorar sus<br />
actuaciones.<br />
Cuando los alumnos comienzan una nueva tarea física, no pueden saber qué<br />
representan el moverse correctamente: han de confiar en el educador para que les<br />
ayude a descubrir este punto. Cuando el profesor sólo ofrece directrices verbales,<br />
a los alumnos les resulta difícil adquirir un conocimiento cinestésico. Aportar un<br />
modelo visual –es decir, una oportunidad para ver a alguien que demuestre el<br />
movimiento– suele ser más útil, ya que facilita una imagen mental y el cuerpo<br />
trabaja, probablemente, más bien a partir de imágenes que de palabras. Todavía<br />
es más útil guiar los cuerpos de los alumnos mediante el del profesor para que<br />
puedan sentir el movimiento correcto. El uso de vendajes oculares, aquí descrito,<br />
puede ser aplicado a otras actividades aparte del baloncesto, pero los que<br />
aprenden deben contar con un medio que les proporcione una retroalimentación<br />
precisa.<br />
En el aprendizaje cinestésico las instrucciones verbales tienen su propio papel.<br />
Pueden enfocar la atención acerca de cómo debe sentirse ciertas partes<br />
específicas del cuerpo durante una acción, por ejemplo en una clase de ejercicios<br />
físicos: “debes notar la tensión en la parte superior de la espalda”, o “mientras<br />
haces esto, la nuca debe estar relajada”. También pueden dar a los alumnos una<br />
imagen visual o cinestésica que guíe sus movimientos; por ejemplo, al dar<br />
volteretas: “Conviértete en una pelota, siéntete pelota mientras giras; todo tú eres<br />
curvas y redondez” (adviértase que estas frases tienen un carácter positivo, ya<br />
que decir a los alumnos lo que no deben hacer representa en sus mentes una<br />
imagen que a usted no le interesa colocar en ellas). Frases tales como: “tu brazo<br />
debe moverse como…”, “Conviértete en…”, “Imagina que eres”, son maneras de<br />
sugerir imágenes para guiar el movimiento. Las imágenes aportan una sensación<br />
de plenitud y de integración, y también enfocan la atención sobre un solo punto, lo<br />
que ayuda a la concentración.<br />
Por otra parte, las órdenes verbales que se concentran en el lugar donde hay que<br />
colocar los pies o en lo que debe hacer el brazo derecho, tal vez no den a los<br />
alumnos una sensación de cómo debiera sentirse el movimiento. Los alumnos<br />
pueden llegar a preocuparse tanto por ciertas partes de sus cuerpos que su<br />
movimientos llegue a ser torpe y mal coordinado. El movimiento suave no procede<br />
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DGB/DCA/12-2004