Setorial Panorama of Brazilian Culture - 2011|2012
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
PSCB - Entraste en el mercado de la cultura a finales de los años noventa. ¿Cómo
era empezar a trabajar con el sector en aquella época?
Leonardo Brant - El gobierno de Fernando Henrique Cardoso llamó a las empresas
para que trabajemos juntos y comenzó a difundir esa idea de manera agresiva, llegando a
prometer a los empresarios incentivos privados muy grandes sin ninguna preocupación en
cuanto al beneficio público de aquella acción. En ese momento se distribuyó la cartilla «La
cultura es un buen negocio», en la que había un análisis de la comunicación empresarial y
de cómo la publicidad estaba con los días contados. Este material, incluso, presentaba las
ventajas para quien invirtiera en cultura como herramienta de comunicación empresarial, de
marketing. La gestión de FHC, en cierta forma, desarrolló un modelo de negocio brasileño
reconocido internacionalmente.
PSCB - ¿Cuáles son los puntos buenos y malos de este modelo?
Brant - Lo bueno es el crecimiento de la industria cultural. Y eso es innegable. Un
ejemplo es la etapa actual de desarrollo del cine brasileño. Tuvimos un giro y fue a través de
la ley de incentivo. Logramos, además, captar recursos para hacer viables grandes
espectáculos, grandes producciones.
Pero la producción de base, esa quedó olvidada. La investigación, principalmente.
Aunque reconozco que existe un efecto en cadena: cuando la industria está bien, da empleo
al actor que, al poder vivir de su arte también logra hacer su investigación.
Sería como yo, que gano dinero con la consultoría a las empresas e invierto esa
ganancia en el sector cultural. ¿Cómo? Publicando, haciendo el sitio, desarrollando una
investigación. Cosas que hago por cuenta propia. Una cosa que el artista también hace es
trabajar en desarrollo de lenguaje, en vez de concentrar sus actividades solo en investigación.
Y eso es así en todo el mundo, en Europa, en los Estados Unidos. No es ningún pecado
hacer esto.
La «arquitectura cultural»
PSCB - ¿Cuáles son las perspectivas para los negocios culturales en Brasil?
Brant - Creo más en el sector cultural y en la formación del sector. Creo que el mercado
va bien y la política va mal. El mercado es potente y la política no está acompañando esa
potencia. Hay muchas fuerzas divergentes en el sector cultural y ellas se siguen digiriendo sin
encontrar una guía en común. Ni siquiera, en ese momento, el Ministerio de Cultura está
acompañando, eso pasa porque solo se encarga de gestionar crisis.
Y, hoy, da para vivir del mercado sin depender de política. Es claro que un ministro
que no estimula el sector, lo obstaculiza, pero existe una industria, la del entretenimiento, que
ya está más fortalecida.
Quien acaba más perjudicado en esta dinámica es el sector de investigación, los
trabajos de estímulo para las dinámicas culturales. Vas a una galería de los Jardines, por
ejemplo, y allí nadie sabe lo que está pasando con las políticas culturales.
PSCB - Hablando de toda la cadena de negocios, ¿cómo estamos de
profesionales?
Brant - Falta mucha calificación, mucha. Creo que lo que más falta en el mercado
actual es lo que yo llamo profesional del futuro: el gestor cultural. Es aquel tipo que comprende
las nuevas dinámicas, tiene mirada emprendedora, no necesariamente en el sentido de ser el
dueño del negocio, sino de tener visión. Y él sabe trabajar de forma compartida, en red,
entiende esos movimientos cooperativos de la industria.
Este gestor cultural debe entender de política también, principalmente del proceso de
140