Setorial Panorama of Brazilian Culture - 2011|2012
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El papel de los actores de la cadena productiva de
la Cultura se debe explicar y conocer mejor
Desarrollar directrices orientadoras para la cultura
nacional, que contengan no solo objetivos sino,
también, los papeles de cada actor es necesario para
el desarrollo del sector cultural en el país. Para ello,
entender las particularidades de la cadena productiva
de cada área cultural es necesario, buscando así
alternativas para un modelo brasileño adecuado. .
A partir de estos entendimientos, crear
condiciones para que estas directrices
sean incorporadas por los actores de la
cultura, especialmente los agentes y los
posibilitadores, estimulará el sector. En este
sentido, se deben realizar más estudios
para favorecer este conocimiento.
De inmediato, divulgar, orientar y entrenar sistemáticamente a los productores culturales así como
a los posibilitadores, abordando las leyes y políticas de incentivos, es fundamental. En la distribución de
recursos/incentivos, privilegiar la diversidad cultural y las diferentes regiones, incluyendo capacitación y
estímulo para el desarrollo de productores culturales regionales.
Estimular la actividad de estructuras municipales para estudiar, proteger y divulgar las actividades
culturales locales puede favorecer el fomento de la cultura regional.
Hacer más ágil y más simple los procesos de evaluación y liberación de fondos para los proyectos
culturales, ofrecer cursos, principalmente de gestión, pueden colaborar con la profesionalización del sector.
Crear canales de comunicación eficientes que privilegien el intercambio de información y la construcción de conocimiento colectivo.
No es común que el trabajo de los productores culturales abarque el ciclo completo, que va desde la planificación hasta
la evaluación de los resultados. Estas etapas son, a menudo, desconsideradas, y su importancia minimizada. Este procedimiento
disminuye las posibilidades de éxito de algunos proyectos. Planificar, desarrollar, controlar y evaluar son competencias esperadas
de un gestor y, por lo tanto, deberían ser actitudes corrientes en la actividad profesional de los productores.
Repensar la cuestión de la diversidad cultural
Cambio de hábito: debilitar la relación entre la visión tradicional de la economía (estructurada por recursos tangibles) y
las realizaciones culturales para la evaluación de la cultura atenuaría el favorecimiento de la cultura de masas.
Cuidar las manifestaciones culturales locales independientemente de indicadores cuantitativos.
Considerar que, actualmente, la mayor movilidad de los agentes es un factor que puede dificultar la diversidad cultural.
La diversidad cultural es la expresión de la ciudadanía y de la manifestación de interés colectivo de la cultura. Para
permitir la efectividad de esta diversidad, es necesario que los productores culturales sean más activos en la construcción de
procesos locales de iniciativas culturales. Es importante el aumento de la oferta de formación y especialización que
favorezca esa autonomía.
La multiplicidad de demandas y la pluralidad de las manifestaciones culturales permite diferentes perfiles de productores que
pueden, y deben, aprovechar las características de los contextos donde actúan y, de esta forma, compartir experiencias,
ampliar sus fuentes de información y formación.
La profesión del productor cultural
necesita ser repensada y constituida
El ejercicio en la actividad surge de oportunidades y no por necesidad de un mercado de trabajo
estructurado.
Los productores se mueven por la pasión, y su aprendizaje se da a partir de la práctica y la
experiencia. La ausencia de una formación específica abre un espacio para improvisaciones y algo de
vulnerabilidad en la profesión.
El productor tiene buena formación universitaria, faltando conocimiento/formación en las áreas
de conocimiento de interlocución (gestión y administración, comunicación, economía y jurídica). Se
hace la aclaración de que, como se puede ver en la encuesta cuantitativa, el productor cultural no está
incorporando los conceptos nuevos de esta área (prevalecen los tradicionales).
La infraestructura y los recursos para desarrollar la actividad son precarios. El ingreso depende
de una remuneración variable y la mayor parte proviene de otras actividades, lo que la hace una
profesión insegura y con dificultades de planificación de la carrera. No hay profesión que se desarrolle
cuando el ingreso del profesional no se puede conquistar con el ejercicio de la actividad.
Esta flexibilidad tiene aspectos positivos; pero, si no se administra correctamente, puede reforzar creencias y actitudes
desfavorables, como se observa en algunos perfiles de productores.
Inversiones en cultura en las regiones brasileñas
Una reflexión que se debe realizar es si el desarrollo económico y la concentración de población de las regiones
interfiere en las inversiones en cultura y su desarrollo. Para estimular este pensamiento, siguen algunos datos.
CINE
Tenido por los productores como atractivo para el público y fácil para captar recursos, es un
ejemplo de la distribución desigual de acciones culturales brasileñas:
• Solo el 6,8% de los municipios brasileños tienen salas de cine;
• Fuerte concentración en 3 estados brasileños: Minas Gerais, Río de Janeiro y,
principalmente, San Pablo concentran el 54% de las salas de exhibición;
• Dominio de grandes empresas en la distribución;
• El 82% del ingreso generado por la industria del cine proviene de películas extranjeras.
MUSEO
• El 79% de los municipios no
poseen;
• Presencia concentrada en el
Sur y Sudeste, en sus capitales;
• Casi el 80% de los museos
se pueden frecuentar
gratuitamente.
TEATRO
• El 79% de los
municipios no
tienen
teatro/salas
especiales;
• Concentración
en el Sudeste
Fuente: IBGE/Base de Datos Filme B, 2010. Fuente: Museo en cifras, 2011 Fuente: IBGE/MUNIC, 2006
Reflexiones
Considerar que el grupo actual de productores culturales está formado por cinco
segmentos que se diferencian en cuanto a creencias y actitudes frente a su profesión:
El 45% (idealistas y profesionales) están bien con la actividad y
necesitan mayores conocimientos;
55% (desilusionados, alienígenas y productores por accidente)
además de conocimientos y profesionalización, romper barreras emocionales.
Los espacios culturales son lugares de intercambio y de difusión de la cultura y contribuyen a su democratización. La
distribución actual de esos espacios está en línea con las desigualdades socioeconómicas Aumentar la oferta de
equipos, servicios y bienes culturales en ciudades de todas las regiones del país.
Para que la cultura sea un derecho pleno, es necesario que los ciudadanos tengan acceso a los servicios y bienes
culturales Es necesario ampliar la oferta de eventos y espacios volcados a actividades culturales Es necesario
estimular la formación de público Generar demanda para actividades culturales y, de esta forma, permitir su crecimiento
y propiciar la continuidad de nuestra diversidad cultural.
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