Relats Breus Dones 9e i 10e - Dones Despí - Sant Joan Despí

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su gran silencio durante tantos años.
Yo le di a leer a mi madre, con intención, a Antonio Machado, yo le ponía algunas
canciones francesas de Édith Piaf cuando venía a mi casa algunas tardes de domingo,
yo le enseñé el itinerario que pensábamos hacer en la vacaciones de verano en Francia
por los castillos del Loira y Vendome entre otros pueblos, la incité a que se apuntara
al curso de bolillos, la animé a leer y a escribir, y el resto lo hizo ella sola.
Sobre l’autora:
Me llamo M. Carmen Romero López, en este último curso de mi carrera docente he tenido la suerte
de recibir un premio tan consolidado como es el de Relats Breus per a Dones de St. Joan Despí.
Estoy en la fase final de la actividad profesional, o sea que voluntariamente me voy a jubilar (de
júbilo), a los 60 años, de una vida de más de 35 cursos como profesora de secundaria de Lengua
y Literatura Castellanas. Nací en la provincia de Córdoba y cuando tenía diez años mis padres
emigraron, y yo con ellos, a Barcelona, Cornellà, para ser más exactos y aquí he desarrollado toda
mi vida: trabajar desde jovencita, realizar mis estudios de filología, militar en la clandestinidad y
pertenecer a un grupo político, construir una familia propia, enseñar, viajar, leer, escribir y presentarme
a algún concurso literario cercano, sin mayores pretensiones.
Mi madre murió hace poco más de un año y desde entonces ha estado presente en todos mis
pensamientos y en todo lo que por algún que otro motivo he ido escribiendo. Este relato, fruto de
las vacaciones estivales del año pasado en Francia, es una mezcla de todo ello, de los hechos que
me habían explicado mi madre y mi abuela desde la infancia, de verdades sobre la guerra y cómo
les afectó a ellas, y algo de ficción de mi propia cosecha. Al parecer el resultado ha sido positivo,
aunque soy consciente de que el ser profesora de la materia no ayuda a escribir con frescura y espontaneidad
y, a veces, solo a veces lo que hemos leído, tantísimo como hemos leído de autores
y autoras buenas, clásicas o no, nos llena la mochila de responsabilidad y de complejos. Así es
que hay que leer mucho, pero para olvidar, para que se forme un depósito que en algún momento
rebosará, aflorará con sus propias frases, tu dejarás libre, sobre todo si sabes conjugar corazón e
imaginación resto lo hizo ella sola.