Relats Breus Dones 9e i 10e - Dones Despí - Sant Joan Despí

los dedos de las manos pero no me atrevo a soltar el cuaderno, con lo patosa que soy,
seguro que se me cae y se monta un estropicio. Voy a intentar mover una pierna y
luego otra y mover los dedos de las manos sin soltar el cuaderno.
¿Ves esa ciudad que, obligada por mí a obedecer al pueblo romano, reanuda las luchas
de antaño y no puede permanecer tranquila? y me mostraba Cartago desde un
paraje elevado resplandeciente bajo la claridad de las estrellas…….
Desde aquí lo que yo veo no es Cartago, es a la guarra de Carmen en primera fila.
Como siempre está espatarrada y se le ven las bragas. Bien que lo sabe
ella, porque cuando se lo dijimos, se rio en nuestras caras. En clase de ciencias, como el
profesor es tan mono, según dice la mayoría, no para de cruzar y descruzar las piernas,
pero en clase de latín debe ser que se entrena o que se ha convertido en un tic. Yo creo
que lo hace sin darse cuenta. A mí me pone nerviosa. Estoy aquí, plantada, sin poder
moverme y ella no para: ordena sus cosas, cruza las piernas, se gira y pasa un papel,
vuelve a cruzar las piernas, parece que se va a levantar y se vuelve a sentar, vuelve a
cruzar las piernas. ¡A que le tiro el cuaderno a la cabeza! Le acabo de mandar una mirada
asesina, pero como no me mira, no se entera. Más vale que me fije en otra cosa.
Parece que Caridad lee el diccionario, pero no, es trampa. Ha puesto las tapas del diccionario
a una novela rosa. Se sumerge tanto en la lectura que no se da cuenta de lo
que pasa a su alrededor. El otro día, cuando entró el director, no se enteró y si no llega
a ser por Isabel que desde atrás le dio una patada, la pilla in fraganti. Los libros se los
coge a su madre porque lo que es en la biblioteca de estos no hay. Dice la encargada
que no sacaremos nada bueno de ellos y que mejor es dedicar el tiempo a lecturas
edificantes. Por suerte nosotras nos hemos montado nuestro propio préstamo bibliotecario,
Caridad suministra novelas rosas, Charo del oeste, se las pasa su hermano,
Remedios policíacas, las compra en una tienda de segunda mano de la calle Olmos.
Cada fin de semana me llevo un montón y por las noches mi hermana y yo, cuando en
casa todo el mundo duerme, encendemos la luz y nos ponemos a leer hasta las tantas
debajo de las sábanas.
Como embajador del pueblo romano visitarás Egipto, Siria, Asia y Grecia.
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