personaje mitológico - Grado de Historia del Arte UNED

desterrar a Anfitrión. Anfitrión se instaló en Tebas junto a Alcmena. Como esta había jurado no entregarse hasta que sus
hermanos estuviesen vengados, Anfitrión tubo que emprender otra guerra contra los tafios. La noche que regresaba
victorioso, Zeus tomó a Alcmena antes que él, posteriormente también él se acostó con ella esa noche. De estas uniones
nacieron Heracles, hijo de Zeus e Íficles, hijo de Anfitrión.
Anfitrite Salacia (Diosa menor)
Ascendientes: Nereo y Doris.-
Descendientes: Tritón, Rodos, Bentesicime.-
Diosa del mar en Calma, esposa de Poseidón. No recibia culto junto a su esposo como diosa del mar
ya que este acaparaba todo el control del mar, de hecho no se distinguia del resto de nereidas excepto
por los atributos reales.
Poseidón la vio bailando y se enamoro de ella y según versiones se la llevo o ella huyó hasta donde
se encontraba Atlas, y allí Poseidón mando criados para que la trajesen hasta que mando a uno llamado
Delfino que la convenció.
Anteros (dios menor)
Ascendientes: Ares y Afrodita.-
Descendientes:
Dios del amor mutuo, correspondido. Tambien actuaba como vengador del amor no
correspondido. Era uno de los Erotes.
Apate Graus (deidad menor)
Ascendientes: Nix.-
Descendientes:
Era personificación femenina del engaño, astucia, fraude y decepción.-
Apolo Febo (Dios mayor, Olímpico de segunda generación)
Ascendientes: Zeus y Leto.-
Descendientes: Ión y Asclepio.-
Es la representación del Sol, así como su hermana gemela Artemisa, representa a la luna. También
tiene otros atributos como dios de la poesía, de la música, de la medicina y de las artes adivinatorias.
Viaja en un carro de cisnes y suelen acompañarlo las Cárites. Su epíteto de Febo se supone que significa
el brillante, el luminoso y hace referencia al calor solar que hace madurar los frutos, pues Apolo es el
dios del verano. Adivino y músico, tuvo por compañeras a las Musas, hijas de Mnemosina, que eran
nueve, cada una con una atribución.
Apolo nació junto a su hermana Artemisa en la isla de Delos, donde pasó su infancia. Apenas recién
nacido, abandonó su cuna pues tenía una fuerza invencible. Zeus le regaló un carro tirado por cisnes, y
Hefesto, unas flechas. Con estos presentes se marchó con su hermana gemela, Ártemisaa, a buscar un
lugar en el cual se le rindiera culto. Llegó a los pies del monte Parnaso y allí se encontró con las huellas
de un monstruo que servía a Hera persiguiendo a Leto. Apolo dio muerte a ese animal, llamado Triton,. Después se dirigió
a Delfos y se instaló en el oráculo que hasta entonces había ocupado la serpiente Pitón y en honor a su víctima instituyó los
juegos fúnebres llamados . Y que a partir de entonces pasaría a ser el oráculo de Apolo en Delfos. En el
oráculo instaló a una joven llamada Pitia, que estaba encargada de transmitir en de forma ambigua, los oráculos que el dios
la inspiraba. Una vez que se hubo purificado de esta muerte en las aguas del río Peneo, Apolo volvió a la tierra que había
elegido.
Se convirtió en el dios más hermoso del Olimpo.
Apolo fue arrojado en dos ocasiones del Olimpo. La primera, como castigo por
participar en una revuelta contra Zeus. En esta ocasión tuvo que ayudar al rey
Laomedonte a construir las murallas de Troya. La segunda, por haber lanzado sus
flechas contra los Cíclopes, que eran aliados de Zeus, ya que este había aniquilado
con un rayo a su hijo Asclepio por devolver la vida a Hipolito hijo de Teseo, y fue
enviado a cuidar de los rebaños del rey Admeto.
Aunque nunca se casó, los mitos sobre sus aventuras amorosas son múltiples y no
siempre satisfactorios para el dios, que fue rechazado en muchas ocasiones. Apolo es
Apolo y Dafne un dios vengativo y castiga de forma terrible a los que se le oponen o a los que
quieren rivalizar con él. Como es el caso de Marsias, al que desolló vivo por pretender tocar la flauta mejor que Apolo la
lira.
Un día vio aproximándose una nave cretense y, tratando de atraerse a los ocupantes para que le rindieran culto, se
transformó en delfín y guió su embarcación. Las aventuras y hazañas atribuidas a Apolo son innumerables. Compitió con
Heracles, con Agamenon y con el mismo Zeus.