personaje mitológico - Grado de Historia del Arte UNED

siguiente Egeo partió, pero antes de marchar le indicó a Etra que si tenia un varón, no le dijese el nombre de su padre hasta
que fuese capaz de levantar una piedra bajo la que él había ocultado
unas sandalias y una espada. Una vez superada esta prueba, debía
enviarlo en su busca.
Creció sin saber que era hijo de un rey. Cuando cumplió los dieciséis
años su madre lo llevó a una cueva donde su padre había escondido
sus sandalias y su espada. Teseo la empuñó, descubrió las pruebas que
demostraban su origen y decidió reunirse con su padre.
En Epidauro se topó con su primer enemigo, Perifetes. Un
descendiente de Hefesto, que tenía por costumbre atacar a los
caminantes con una enorme maza. Teseo se enfrentó a él, lo mató y se
quedó con la maza, que a partir de entonces pasó a ser un atributo
Teseo abandonado Ariadna suyo. Después mató a un bandido llamado Sinis y posteriormente se
unió a Perigone, una hija de éste, con la que tuvo a Melanipo. Más tarde acabó con Escirón, que arrojaba a los viajeros por
las rocas Escironias. En Eleusis peleó con el rey Cerción, matándole. Luego en Erineo terminó con un gigante llamado
Procustes. Antes de proseguir su camino acudió al rió Cefiso, donde fue purificado de sus asesinato.
Satisfecho de tener un digno heredero, Egeo repudió a su esposa, Medea, que, viendo que el trono se desvanecía para su
hijo, intentó envenenar a Teseo.
Sabedores los palantidas (los cincuenta hijos de Palas, hermano de Egeo) de que Teseo sería oficialmente nombrado
Heredero, se sublevaron. Teseo no sólo los venció, sino que los masacró. Después, deseoso de librar a Atenas de del tributo
anual de siete muchachos y siete muchachas que la ciudad debía pagar a Minos para entregárselos al Minotauro. Teseo se
dirigió a Creta. Gracias a la ayuda de Ariadna (hija de Minos), que se enamoró de el, consiguió introducirse en el laberinto,
acabar con el monstruo y volver a salir. De regreso a Atenas, Teseo olvidó que su padre le había pedido que a su vuelta
llevara izadas velas blancas en señal de victoria. Egeo, cuando vio aparecer por el horizonte unas velas negras, se arrojó
desde lo alto de la Acrópolis, convencido de la muerte de su hijo.
Proclamado rey, Teso incorporó a su reino todas las aldeas que se habían formado en los alrededores de Atenas. Aseguró
así la unidad de la ciudad, a la que dio un gobierno estable que promulgó las leyes sociales.
Pero nuevas hazañas le quedaban todavía por cumplir. Teseo partió con los Argonautas en busca del vellocino de oro;
participó en la caza del jabalí de Calidón; raptó a Antíope, la reina de las Amzonas, cuando las aguerridas guerreras
acosaron Atenas (de esta unión nació Hipólito). Otra versión cuenta que Teseo acompañó a Heracles al país de las
amazonas, para que el héroe dorio robase el cinturón de la reina Hipólita. Durante la aventura raptaron a Antíope, hermana
de Hipólita. Con Antíope, Teseo tuvo un hijo, Hipólito. La invasión del Ática por parte de las amazonas, se debió, a que
Teseo al cabo de un tiempo abandonó a Antíope para casarse con Fedra. El día de los esponsales, las amazonas atacaron
Atenas y la boda no pudo celebrarse, hasta que las amazonas fueron vencidas y su comandante Antíope, eliminada.
Intervino en Tebas, después de la derrota de los siete jefes, obligando a Creonte a que diera sepultura honorable a los
muertos Arginos.
Cuando abandonó a Ariadna, Teseo se casó con la hermana de esta, Freda, que le dio dos hijos: Acamante y Demofonte.
En ausencia de Teseo, que había ido a consultar el oráculo de Delfos, Fedra le confesó a Hipólito la pasión que sentía por
él. El muchacho la rechazó con desprecio y Fedra se quitó la vida, pero dejó una carta para Teseo en la que acusaba a
Hipólito de haber querido violarla. Cuando Teseo volvió, maldijo a su hijo, que murió arrastrado por los caballos de
Poseidón. Otras versiones cuentan siendo Hipólito un adolescente regresa a Atenas. Afrodita, que estaba enojada con el
muchacho porque siendo cazador adoraba a Artemisa y despreciaba el culto a la diosa del amor, inspira en Fedra una
pasión incontenible por su hijastro. Fedra intenta seducir al muchacho, pero es rechazada. Loca de rabia, acusa al chico de
intentar violarla. El enojo de Teseo es tan grande, que pide a su padre Poseidón que mate a Hipólito. Como Poseidón había
prometido a su hijo concederle tres deseos y aún le quedaba uno de ellos, accedió y mandó un monstruo marino que acabó
con Hipólito, mientras éste paseaba con su carro cerca del mar. Al enterarse de la noticia, Fedra presa de los
remordimientos se suicida. Una vez ocurridas estas tragedias, la propia Artemisa comunica a Teseo la inocencia de su hijo
Llegan los criados con el cuerpo de Hipólito todavía con vida, y Teseo tiene tiempo de pedirle perdón y de escuchar como
el hijo moribundo le perdona. Entonces Teseo promete vengarse de Afrodita provocando la muerte de su amado Adonis.
Teseo y su amigo Pirítoo, Rey de Tesali, ambos viudos, acordaron ayudarse mutuamente para conquistar sendas mujeres
dignas de ellos. Teseo escogió a Helena, que, como sólo tenía doce años, fue confiada a Etra, la madre de Teseo, hasta que
tuviera edad suficiente para casarse. Pirítoo eligió a Perséfone, la mujer de Hades. Ambos reyes bajaron a los infiernos para
apoderarse de ella, pero Hades, que aparentemente los recibió con cortesía, los encadenó a sus asientos y con un hechizo
hizo que olvidaran quiénes eran. Pirítoo permaneció en la silla del olvido eternamente; a Teseo lo liberó Haeracles cuando
bajó a los infiernos en busca de Cerbero.
Al regreso de Teseo a Atenas, los Dioscuros, hermanos de Helena, habían invadido el Ática con el fin de rescatar a su
hermana y Menesteo ocupaba el trono. Teseo fue obligado a exiliarse y se retiró a la isla de Esciros con el rey Licomede.
Este rey fingió al principio amistad por él, pero más adelante, y con traición lo empujó desde lo alto de un acantilado, ya
que comenzó a temer que le arrebatase el trono.
Tetis (Nereida, Ninfa del mar)
Ascendientes: Nereo y Dóride.-
Descendientes: Aquiles.-
Nereida de singular belleza, de la que enamoraron tanto Zeus como Poseidón. Quienes
sin embargo renunciaron a casarse con ella por temor a que se cumpliera el anuncio del
oráculo. Vaticinaba éste que el hijo que de ella naciera sería muy superior a su padre.