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Segunda parte MAESTROS, AMIGOS Y COLABORADORES

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ABAI'E HENRI RREUIL<br />

llas lejanas tierras y antes en Portugal. Al regresar encontré sobre la mesa<br />

un corto lelegrama de cordial bienvenida. Pronto siguierontarjetas<br />

postales que ya no estaban escritas por su mano y más tarde, después<br />

del 31 de diciembre de 1945, incluso dejé de recibirlas y sólo tuve noti-<br />

cias de él por amigos comunes a los que escribí. Acusaba los golpes reci-<br />

bidos; fruto de la guerra, el huildiiniento de su país, la muerte de su<br />

cuñado ingeniero, con su casa destruida por el bombardeo de Munich<br />

y su hermana en la ruina y sin techo. Todo ello era demasiado para su<br />

resistencia física y sufrió un ataque en torno a aquella fecha.<br />

No me fue posible, como era ]ni deseo, ir a verle a mi regreso. Lo hice<br />

la primavera siguiente y le enconlré casi privado de andar, limitado en<br />

el habla, incapaz de leer o escribir, pero siguiendo el relato de mis ex-<br />

periencias, rnuy sensible a la más pequeña atención, riendo aún por los<br />

chistes, en francés o en español, y en la evocación de los gratos reciier-<br />

dos de nuestro pasado compartido. Consciente de su final, estaba an-<br />

sioso por volver a verme.<br />

En abril de 1946 estuve durante una semana a su lado. Lo visitaba cada<br />

día con mi antigua alumna M. E. Boyle y esta fue la última ocasióii en<br />

que pude darle algunas verdaderas alegrías.<br />

H. BREUIL, «Hugo Obermaics (1877-1946)~, Revue Ar~hiolo~gique, 6a serie,<br />

XXXV, 1950, 1, págs. 105-1 I o. Le sigue iina bibliografía compilada por J.<br />

Maringer (págs. 110-119, con 162 entradas). Seguramc:ri~e H. B. no vio las<br />

pl-iiebas y por ello hemos corregido algunos topónimos. Respecto a los primeros<br />

viajes a Santander hay ciertas pequenas contradicciones con otros relatos,<br />

lo que debe ser tenido en cuenta. Así, por ejemplo, para la excursión del<br />

Príncipe de Mónaco a la7 cuevas santanderinas (H. B. en el ePrefacion de<br />

RTPOLL, Brmil, yágs. 13-1 5). Otras necrologías de Obermaier por cl Abate en<br />

BuU. Soc. Préh. Pranpire, XLIII, 1946, págs. 2 72.273 y en Anlhropos, 37-40, 1942-<br />

1945 (1946). págs. 874-876.<br />

Firmados por los dos, existen muchos informes publicados en los toinos de<br />

L'Ar~lhrop. de comienzos de siglo. De aquella época: H. BREUIL, H. OBERMAIER<br />

y H. A ~c~1.n~ DEL Río, Ihz Pusiega a Puenle Viesgo, Sanlanda (Espague), Mónaco,<br />

Chene, igi 3, VIII + 64 páb~., 25 figs. y 29 Iáms.; y H. BREUIL, H. OBEKMAIXR y<br />

M', VERNER, La Pileta a Genaojan, Málaga (Espugne), Mónaco, ChCne, I g 15, VI11<br />

t 68 págs., 26 figs. y 22 láminas. H. B. hizo largas recensiones de los trabajos de<br />

H. Obermaier y sus discípulos, en especial los referentes al Manzanarcs. Entre<br />

otras colaboraciones posteriores cabe citar: H. BKEUIL y H. OBERMAIER,<br />

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