Número 55 - Año XXIV - aespat
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En forma mediante estrés 103<br />
das, de travesía en aguas bravas,<br />
saltar al mar desde rocas<br />
acantilados, etcétera.<br />
Aquí está una fotografía de<br />
mí, saltando de una roca. Como<br />
se puede apreciar muy claramente,<br />
no se trate de mostrar<br />
elegancia ni excelencia deportiva,<br />
sino solamente hacer el ejercicio<br />
tan bien como uno puede.<br />
He dejado esta clase de entrenamientos<br />
por la edad cuando<br />
he cumplido los 75 años. La diferencia<br />
entre estas excursiones<br />
terapéuticas y excursiones deportivas<br />
era que en los grupos terapéuticos<br />
los pasos eran muy pequeños, por ejemplo el<br />
primer descolgarse se hacía de una altura de<br />
pocos metros. Lógicamente las precauciones<br />
de seguridad eran mayores ya que la condición<br />
física de los participantes en muchos casos<br />
era inferior y las reacciones de estrés<br />
mayores a las de los deportistas que se interesan<br />
para esta clase de actividades. También<br />
tuvimos que tomar en cuenta que entre<br />
nuestros clientes o pacientes había personas<br />
con una inconsciente tendencia autodestructiva<br />
que había que compensar por mayores<br />
medidas de seguridad y más entrenadores.<br />
Muchas veces tuvimos tres entrenadores<br />
para un grupo de nueve participantes. Estos<br />
entrenadores tenían que frenar sus ambiciones<br />
deportivas en el entrenamiento limítrofe<br />
y suprimir su costumbre de animar enérgicamente<br />
a los participantes. Era la decisión de<br />
cada uno si quería hacer un ejercicio o no, y<br />
se respetaba su decisión sin dar vueltas.<br />
Además, al final de cada ejercicio había<br />
un franco intercambio sobre las reacciones<br />
de estrés y las emociones al hacer el ejercicio.<br />
En general estos grupos tenían intercambios<br />
muy francos que por esta cualidad<br />
tenían un efecto terapéutico especial. Lo<br />
que sorprendió a un cursillista fue cuando<br />
tanto los otros participantes como los entrenadores<br />
hablaron de sus propias reacciones<br />
de estrés; el cursillista en cuestión había supuesto<br />
que era el único con reacciones tan<br />
“vergonzosas”.<br />
Estos métodos sirven para<br />
reducir el estrés social. El Dr.<br />
Dan Casriel era médico y psiquiatra<br />
y desarrollaba varias<br />
nuevas técnicas, especialmente<br />
para pacientes con problemas<br />
severos. Estuve asombrado al<br />
aprender que en España no hay<br />
ningún instituto que ofrece este<br />
método que ha tenido tanto éxito<br />
primero en la ciudad de Nueva<br />
York y después en muchas<br />
partes del mundo. Casriel se especializó<br />
en el trabajo con personas<br />
difíciles como drogadictos<br />
entre los cuales había criminales. Estos<br />
durante la temporada de su pena de prisión<br />
podían pasar un tiempo en el “Casriel Institute”.<br />
Claro, ellos no podían salir del instituto<br />
pero vivían y dormían junto con personas<br />
que participaban en los cursos para hacer<br />
su terapia y con terapeutas que participaban<br />
para aprender el método. Hombres y<br />
mujeres dormían separadamente.<br />
Recuerdo que no todas las noches pude<br />
dormir tranquilamente, pues algunas veces<br />
en el dormitorio había más de doce personas,<br />
algunas de ellas con modales agresivos<br />
y con poco respeto a la propiedad ajena.<br />
Sin embargo, no he presenciado actos<br />
extremos y para no pocas personas este<br />
modo de vivir juntos con gente de otras clases<br />
esto nos parecía una oportunidad para<br />
muchos que normalmente no tenían tales<br />
oportunidades.<br />
Un ejercicio que se usaba algunas veces<br />
de modo repetido durante todo el día era la<br />
de gritar con desenfreno en un círculo con<br />
contacto físico entre todos los participantes.<br />
Cada uno, cada una, tenía sus brazos entrelazados<br />
con los de su vecina o vecino. Los<br />
gritos debían de ser de todo corazón, las salas<br />
tenían un aislamiento acústico correspondiente.<br />
O sea, en vez de hablar sobre<br />
emociones Casriel animaba las personas a<br />
expresar sus emociones mediante gritos<br />
profundos y extensos. Este gritar no es una<br />
finalidad en sí, sino la plena expresión de<br />
emociones como amor, alegría, placer, odio,<br />
Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista