una aportación al estudio del cuento fang de ... - Nuestro Centro
una aportación al estudio del cuento fang de ... - Nuestro Centro
una aportación al estudio del cuento fang de ... - Nuestro Centro
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Tejuelo, Monográfico: Una <strong>aportación</strong> <strong>al</strong> <strong>estudio</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>cuento</strong> <strong>fang</strong> … ISSN: 1988-8430.<br />
22. El brujo Mengiri-Mengiri y los fantasmas <strong><strong>de</strong>l</strong> bosque.<br />
Mengiri-Mengiri era uno <strong>de</strong> los brujos <strong><strong>de</strong>l</strong> bosque. Era un buen chico, y vivía<br />
con sus padres en <strong>una</strong> casa <strong><strong>de</strong>l</strong> pueblo.<br />
Un día, cuando se encontraba en el bosque, su padre llevó a su casa un antílope<br />
que había sido envenenado. Su madre lo guisó y, sin darse cuenta <strong><strong>de</strong>l</strong> peligro, lo<br />
comieron y murieron. Cuando Mengiri-Mengiri regresó a casa y los encontró muertos,<br />
sintió <strong>una</strong> gran tristeza. Los enterró. Pero no tenía miedo; porque, <strong>al</strong> ser brujo, podía ir<br />
<strong>de</strong> un lugar a otro tan rápido como el pensamiento.<br />
Por la noche, su padre se le apareció: «Ve a nuestra finca <strong><strong>de</strong>l</strong> bosque. Verás que<br />
hay <strong>una</strong> casita <strong>de</strong> piedra, sin puerta. Todo lo que hay <strong>al</strong>lí es para ti». Al día siguiente,<br />
Mengiri-Mengiri se acercó a la casa <strong>de</strong> piedra y la abrió con <strong>una</strong> fórmula mágica:<br />
«Piedra, abre la puerta». Recogió todo lo que encontró y se lo llevó a casa.<br />
De nuevo por la noche, <strong>una</strong> voz espectr<strong>al</strong> empezó a <strong>de</strong>cir: «Ya no vives solo. El<br />
fantasma que has recogido <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> piedra soy yo. Tu padre quería que te cuidara,<br />
pero cuando pueda te mataré». Mengiri-Mengiri no las tenía todas consigo. A la mañana<br />
siguiente, fue a la finca. El fantasma se le había a<strong><strong>de</strong>l</strong>antado, y estaba en la finca en forma<br />
<strong>de</strong> plátano. Mengiri-Mengiri empezó a cortar plátanos, primero los maduros y luego los<br />
más maduros, t<strong>al</strong> como su madre le había enseñado. Entonces se apercibió <strong>de</strong> que <strong>al</strong>lí<br />
estaba el fantasma. Sacó <strong>una</strong> flecha, la puso en la b<strong>al</strong>lesta y le apuntó. El fantasma<br />
recuperó su forma re<strong>al</strong> y empezó a perseguirle. Mengiri-Mengiri, rápido como el <strong>de</strong>seo,<br />
se refugió en la casa <strong>de</strong> piedra, don<strong>de</strong> nadie podía entrar puesto que no había puerta.<br />
El fantasma le preguntó: «¿Dón<strong>de</strong> piensas ir ahora?». Mengiri-Mengiri le<br />
respondió: «A buscar agua <strong>al</strong> pozo». El fantasma se transformó en pozo. Mengiri-<br />
Mengiri, <strong>al</strong> ver que se había ido, s<strong>al</strong>ió <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> piedra y fue a buscar agua. Vio un<br />
pozo hermoso con un agua fresca; pero comprendió, con sus po<strong>de</strong>res mágicos, que se<br />
trataba <strong><strong>de</strong>l</strong> fantasma, y pasó <strong>de</strong> largo. El fantasma, <strong>al</strong> ver que se dirigía a otro pozo,<br />
comprendió que había sido <strong>de</strong>scubierto y le persiguió. Nuevamente, Mengiri-Mengiri se<br />
refugió en la casa <strong>de</strong> piedra. Y le dijo <strong>al</strong> fantasma: «Mete tu <strong>de</strong>do en este agujero, que te<br />
lo untaré con <strong>al</strong>go dulce». El fantasma metió el <strong>de</strong>do, y él se lo cortó. El <strong>al</strong>arido que<br />
lanzó el fantasma atrajo a <strong>al</strong>gunos fantasmas más. Mengiri-Mengiri, sin ningún miedo,<br />
les dijo: «He cortado el <strong>de</strong>do <strong>de</strong> vuestro compañero y ahora voy a freírlo».<br />
Los fantasmas, llenos <strong>de</strong> rabia, oyeron cómo crujía el <strong>de</strong>do <strong>de</strong> su compañero<br />
entre el aceite y entre los dientes <strong>de</strong> Mengiri-Mengiri. Entonces le prepararon <strong>una</strong><br />
trampa: hicieron un agujero frente a la puerta <strong>de</strong> su casa y lo taparon con hojas. Cuando<br />
Mengiri-Mengiri s<strong>al</strong>ió <strong>de</strong> la casa, cayó en el agujero. Des<strong>de</strong> abajo, oía las carcajadas <strong>de</strong><br />
los fantasmas, que le dijeron: «Llamaremos a nuestras mujeres para que te guisen y te<br />
comeremos». Mengiri-Mengiri les dijo: «Si queréis encontrarme más sabroso, <strong>de</strong>jad que<br />
P á g i n a | 152