una aportación al estudio del cuento fang de ... - Nuestro Centro
una aportación al estudio del cuento fang de ... - Nuestro Centro
una aportación al estudio del cuento fang de ... - Nuestro Centro
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Tejuelo, Monográfico: Una <strong>aportación</strong> <strong>al</strong> <strong>estudio</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>cuento</strong> <strong>fang</strong> … ISSN: 1988-8430.<br />
La gente se marchó <strong>al</strong> bosque, como <strong>de</strong> costumbre, por la carne <strong>de</strong> la pieza; la mujerelefante,<br />
que ya no solía ir, reconoció por la cabeza y los colmillos a otra <strong>de</strong> sus<br />
hermanitas.<br />
Cuando fueron a dormir, recordó a su marido que le parecía haberle oído<br />
afirmar la otra noche que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>rribar a un odioso elefante, para librarse <strong>de</strong> las<br />
iras y rabietas <strong>de</strong> sus compañeros, se convertía en árbol seco. El cazador le dijo que<br />
había oído m<strong>al</strong>, sin duda; porque él le había dicho que solía convertirse en tronco <strong>de</strong><br />
árboles caídos (micoc-mile).<br />
Todos los troncos caídos fueron <strong>de</strong>strozados en la primera ocasión en que el<br />
experto cazador dio muerte a un elefante. No le cupo ya la menor duda: su mujer estaba<br />
<strong>al</strong> habla con los elefantes. Se dispuso a seguirle los pasos. Para ello, dijo a su joven<br />
esposa que, a veces, también se convertía en graciosa p<strong>al</strong>mera.<br />
A la mañana siguiente, el cazador, como <strong>de</strong> costumbre, se convirtió en negro<br />
murciélago. A<strong><strong>de</strong>l</strong>antóse a su mujer que iba <strong>al</strong> lugar <strong>de</strong> cita para la información.<br />
Al poco rato, divisó un elefante hembra blanco con dos crías medianas. Su<br />
mujer se volvió elefante y se juntó con ellas. La mujer-elefante se echó a llorar;<br />
manifestó que su hombre-esposo era muy listo y peligroso, pero muy bueno, por lo que<br />
se había enamorado perdidamente <strong>de</strong> él. Les recomendó que abandonasen<br />
<strong>de</strong>finitivamente aquel paraje <strong>de</strong> su cacería, y que se fuesen a lugares lejanos, porque ella<br />
se iba a quedar para siempre con su marido y renunciaba a la venganza.<br />
Des<strong>de</strong> aquel momento ya no fue elefante sino persona. Sacudió la piel <strong>de</strong><br />
elefante, se separó <strong>de</strong> su familia-elefante y se dirigió contenta y cantando <strong>al</strong> poblado <strong>de</strong><br />
su marido. Éste le s<strong>al</strong>ió <strong>al</strong> encuentro. Se dieron mutuas aclaraciones. El marido<br />
prometió no volver a matar más elefantes... Así vivieron largos años tranquilos,<br />
confiados y contentos, en unión <strong>de</strong> los muchos hijos que tuvieron.<br />
P á g i n a | 97<br />
(Rosendo Elá Nsué).