Iglesias relevantes

Duró 293 años
sas del palacio y los mejores músicos de
Judá, además de toda clase de dones.
Aún así, Senaquerib atacó a Jerusalén.
Ezequías por su parte, se humilló
ante Dios, y el ángel del Señor le dio
muer te en una noche a 185,000 asirios,
de tal manera que cuando los asirios
que quedaron vivos despertaron, todo el
lugar era un campo de cuerpos muertos.
Senaquerib nunca se pudo recupe rar
de este golpe, que le causó toda clase de
conflictos emocionales, vergüenza y angustia
espiritual, sabiendo que los asirios
no fueron muertos por obra de Ezequías
y sus hombres, sino por la fuerza sobrenatural
de un Dios que él no conocía.
Senaquerib volvió a su tierra y
aproximadamente 20 años después,
cuando se encontraba en el templo de
su dios Nisroc (Nisrok), fue asesinado
por sus dos hijos, quienes una vez
muerto su padre, huyeron a la región
del Ararat (2 Reyes 18:13; 19:37).
Esar­hadón (681­661 a.C.) sucedió
a Senaquerib, reinando desde el río
Éufrates hasta el río Nilo. Conquistó
Egipto y lo dividió en 20 provincias que
fueron gobernadas por asirios.
Después de reinar 10 años se asoció
con Assur­banipal (668­626 a.C.), y
a su muerte, una vez más, la gloria del
imperio asirio se fue debilitando hasta
el año 612 a.C., fecha en la que Nínive
fue tomada y destruida por escitas, medos
y babilonios (Nahúm 1 y 2).
Los asirios fueron grandes guerreros;
siempre anduvieron en incursiones
y asaltos. Ellos desterraban a los pueblos
vencidos a otros países para impedir
que se sublevaran. Levantaron
su imperio con el botín que consiguieron
asaltando todo tipo de territorios
y pueblos, pueblos pacíficos que no les
generaban ningún tipo de amenaza.
Fue ron extremadamente crueles y pasaron
a la historia por la sevicia con que
implementaron sus torturas y castigos.
Los asirios colocaban un garfio en
la nariz de sus prisioneros del cual los
arras traban. Los desollaban vivos; les
cortaban las orejas, la nariz, las manos,
los pies; les arrancaban los ojos, la lengua
y el cabello; y una vez muertos levantaban
montañas de cráneos para
inspirar terror a los pueblos vecinos.
Dios utilizó la crueldad del imperio
asirio, quienes se llevaron cautivos a
todos los hombres jóvenes y maduros,
para castigar el reino del norte, el cual
se corrompió en extremo espiritualmente,
cometiendo grandes abominaciones
contra Dios, al volverse a otros
ídolos y dioses paganos. Es de suponer,
que muchos de los hombres de Samaria
y demás ciudades de Israel que fueron
llevados cautivos, sufrieron los horrores
de los torturadores asirios.
Cuando conocemos sobre la cruel ­
dad de los asirios, entendemos el
porqué Jonás no quería predicarles.
Jonás sabía que si el pueblo se arrepentía,
Dios los perdonaría, y en su
capacidad humana, no podía ente nder
como un pueblo tan sanguinario
podía ser perdonado por Dios.
El imperio asirio fue usado por
Dios como Su vara para castigar al
reino de Israel por su pecado. El imperio
asirio fue el azote abrumador de
la ira de Dios debido a la relación de
Israel con la idolatría.
Después de la destrucción del reino
del norte, el reino de Judá continuó por
más de 100 años, hasta la toma de Jerusalén
en el año 606 a.C., por el imperio
babilónico.
Historia Bíblica
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