Iglesias relevantes

Valores centrales
Por: Randall E. Howard, Supervisor General
En esta columna estaremos estudiando la visión de nuestro Supervisor General para la iglesia.
Le invitamos a que comparta con nosotros cualquier pregunta u observación que desee hacer.
C
reo que el llamado a la cosecha
ha sido un llamado divino
para esta iglesia, pero no sólo
para nosotros. El Espíritu ha estado
llamando a todo el pueblo de Dios a
escuchar y responder en estos últimos
días a dar prioridad a la cosecha. Dios
está haciendo una obra de significado
mundial e incluso de trascendencia
para el fin de los tiempos. Aquéllos
que respondan a este llamado saldrán
con Dios a segar la gran cosecha que
Él está iniciando por todo el mundo.
La Iglesia de Dios de la Profecía
ha respondido a este llamado durante
la última década y hemos experimentado
progreso en la labor del alcance
como nunca antes.
Permítame decir que esto no ha
tenido nada que ver con la habilidad de
nuestra red o con el conocimiento experto
de la obra del evangelio a la que
hemos contribuido. Este es un maravilloso
tiempo de Dios y todos los que
nos envolvamos y participemos estaremos
segando como si fuésemos la
barca que no puede contener los peces
La cosecha: nuestro valor central
atrapados después de sencillamente
seguir las instrucciones del Maestro.
No existe lugar a dudas de que esto
es de Dios y lo que Él está haciendo
no tiene tanto que ver con nosotros ni
con lo que hayamos hecho.
Ahora bien, por algún tiempo
hemos estado participando de la cosecha,
no debido a lo que hayamos
hecho, sino como beneficio del mover
de Dios en el mundo. Hemos agotado
nuestros recursos. Somos un movimiento
joven en las naciones. No sólo
somos jóvenes en ministros, sino que
somos jóvenes en nuevas iglesias, en
nuevas naciones, en gobierno nacional
y en nuestros sistemas de apoyo.
Es tiempo de enseñar, madurar,
e implementar estructuras de
apoyo; de desarrollar líderes, y de
proveer para la longevidad en este
tiempo de cosecha. Somos fuertes
en muchas maneras. Estos jóvenes
líderes, iglesias y naciones sienten
que somos parte de una móvil y floreciente
obra de Dios. La mayoría
de ellos están viendo a Dios obrar
y esto afirma que nuestro plan de
acción como movimiento ha emanado
de Dios.
Poseemos una red mundial
poco común entre las organizaciones
internacionales de la actualidad.
No obstante, debido a que no
nos pertenece, no debemos enorgullecernos
por ello, sino que debemos
tenerlo como testimonio de lo
que Dios ha colocado en nuestros
medios desde nuestros inicios, fomentándolo
a lo largo de la jornada.
Este factor nos impulsó hacia
adelante cuando decidimos poner
en práctica el nivel de liderazgo de
los Presbíteros Generales. Dicho
liderazgo ha hecho posible que trabajemos
en el ambiente emocionante
de la cosecha de la manera en que lo
hemos hecho. Sin esto, habríamos
estado tratando de abar car tanto
en la administración mundial que
no hubiéramos podido manejar lo
que hemos visto a Dios hacer
realidad.
Continúa en la página 23
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