Iglesias relevantes

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Columnas
DE INTERÉS PARA TI, MUJER
U
no de los términos acerca de
los cuales la psicología de
los últimos años habla constantemente
es el de la autoestima. A
veces, por ser un concepto tan usado,
se ha perdido el significado del mismo.
Toda persona tiene en su interior sentimientos
que según su personalidad,
pueden manifestarse de diferentes maneras.
Muchas veces estas manifestaciones
dependen de factores físicos, sentimentales
y emocionales. Los mismos
pueden influir positiva o negativamente
en la formación de su autoestima.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es la imagen que se
tiene de uno mismo. Es el valor que
nos damos a nosotros mismos.
Autoestima baja o alta
Una persona que no tiene confianza
en sí misma, ni en sus propias
posibilidades, puede ser de esa forma
debido a que así le hayan hecho sentir.
Esto también podría deberse a mensajes
de confirmación que son transmitidos
por personas importantes en
su vida tales como padres, hermanos,
familiares o esposo. Estos mensajes
pueden alentar o denigrar.
La violencia doméstica
Un factor principal de la autoestima
baja en la mujer es la violencia doméstica.
La violencia doméstica ha alcanzado
cifras tan altas que es comparada con el
problema del SIDA. Entre 3 y 5 millones
de mujeres están siendo atacadas por sus
compañeros, esposos, novios o amantes.
Lo triste del caso es que la iglesia no está
siendo la excepción.
Por: Silvia M. Ferro
Aprendiendo a amarme
M e n s a j e r o A l a B l a n c a m a y o / j u n i o d e 2 0 0 9
Definición de violencia doméstica
La violencia doméstica es el maltrato
psicológico, emocional, físico y
sexual de un individuo a otro con el
cual cohabita.
La historia de Lisa
Hablemos acerca de una hermana
de mediana edad, que asistía con su esposo,
a quien llamaremos Carlos, a una
iglesia. A pesar de que Carlos, era líder
de los diáconos en su iglesia y que gozaba
del respeto en la iglesia y del pastor, en
privado abusaba de su esposa. Al llegar
del trabajo sin razón alguna estallaba en
arranques de ira y pegándole en la cara.
Esto sucedía tan a menudo que ella se
convirtió en una experta en el arte de
cubrir las marcas con maquillaje.
Lisa vivía en una prisión de confusión
interior. No se atrevía a decirle a
nadie en la iglesia sobre la conducta irracional
de su esposo. Debido a ello, día
tras día seguía tratando de apaciguarlo
por sí misma, creyendo que algún día
descubriría lo que le causaba tanto coraje.
Finalmente, luego de unos serios episodios
de violencia, le habló a su pastor.
El pastor realmente no creyó que
el abuso fuera tan serio, por lo cual le
dijo: “Carlos es tu esposo, no lo puedes
dejar. Además es su casa y tú eres su
esposa. Él tiene autoridad sobre ti. Debes
estarle causando alguna coraje”.
Lisa se sintió devastada, pues el
pastor le había confirmado su peor pesadilla,
al decirle que ella era la razón
por la cual su esposo era abusivo ¡Era
su culpa! Lisa regresó en dos ocasiones
más en busca de consejería pastoral con
la esperanza de que el pastor cambiara
de opinión. En una de estas ocasiones
le confesó al pastor que temía por su
vida. La respuesta del pastor fue: “No
te preocupes, aún si mueres te irás con
el Señor, por lo que de todas maneras
ganas. Manténte orando por él porque
no se te permite dejarlo”.
Laura, una amiga de Lisa, percatándose
finalmente de cuán seria era la
situación, le pidió que dejara su casa de
inmediato. Sin embargo, para ese momento,
Lisa ya había sido convencida de
que no lo iba a dejar porque su vida terminaría
si dejaba a ese hombre que no la
amaba. En su mente ella estaba convencida
de que no valía nada sin él.
Laura le suplicó que se fuera a un
refugio o a la casa de una amiga, pero
Lisa se negó porque el pastor le había
dicho que no tenía derecho a dejarlo.
Poco tiempo después, Laura escuchó
la terrible noticia de que Carlos había
matado a Lisa.
Continuará en la próxima edición
De interés para ti, mujer
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