Iglesias relevantes

El Nuevo Testamento en su totalidad
se escribe considerando las
necesidades del hombre que desea una
respuesta a su condición espiritual,
sintiendo el peso del pecado. Mateo,
Marcos, Lucas, Juan, Pablo, Pedro,
Santiago y Judas escriben respondiendo
que hay restauración física, mental,
emocional y espiritual para todo el ser
integral del hombre.
Los niños y los jóvenes hacen
muchas preguntas porque desean y
quieren respuestas. Los adultos no
hacen muchas preguntas porque
creen que ya poseen todas las respuestas
Debemos ser honestos, transparentes,
sinceros y amables si no
tene mos las respuestas adecuadas
a sus preguntas. No le prohibamos
preguntas sobre la apariencia física:
vestimenta, joyas, cabello, sexo, cine,
pornografía, películas, bebidas, vicios,
homosexua lismo, matrimonio,
y la lista sigue. Permitamos que pregunten
con toda confianza sobre la
salvación, santidad, adoración, servicio,
ministerio, perdón, reconciliación,
ofrendas, templos, y todo tema
espiritual.
Preguntar es un derecho que Dios le
ha dado a los humanos
Debemos estimularlos para que
lean el Sagrado Libro que tiene las mejores
respuestas a las preguntas de esta
generación. Permitamos que impere la
confianza. El Autor del Libro se revela a
Sí Mismo; podemos sentir Su presencia
y experimentar la gran realidad de que
no hay pregunta que sea pequeña o insignificante
para Él.
Recuerda, si preguntas, hallarás
res puesta.
Dios se caracteriza precisamente
porque hace preguntas esperando
respuestas; y responde cuando se le
hacen preguntas.
Viene de la página 5
Aun cuando testificamos acerca
de cómo Dios ha usado este nivel de
liderazgo, debemos dar un vistazo
atrás, a los pasados diez años y estudiar
los próximos diez años que se
avecinan para darnos cuenta que este
nivel necesita continuar progresando,
desarrollándose y creciendo en
su habilidad para administrar la cosecha,
llevar a la madurez y preparar
más líderes. En muchos aspectos,
nos encontramos en el mismo lugar
en el que estábamos hace 12 años.
En aquel momento, entramos a una
nueva estructura de liderazgo mundial
y ahora vemos los beneficios.
En este momento al ver este nivel de
forma más clara, podemos participar
aun más en lo que Dios está haciendo
sobre la tierra.
La cosecha es nuestro principio
más importante. Defino la cosecha
para la Iglesia de Dios de la Profecía
como: a) establecer iglesias o b)
cultivar la cosecha en las iglesias
actuales.
El Dr. Lamar Vest, otrora Supervisor
General de la Iglesia de Dios, dijo
en una reunión a la que asistí: “Estoy
más a favor de la evangelización que
del evangelismo”. Este fue un momento
de inspiración. Para la Iglesia de
Dios de la Profecía esto quiere decir
que somos un movimiento establecedor
de iglesias. Algunos pueden fijar
estratégicamente como objetivo los
grupos de personas no alcanzadas.
Existen otros que pueden proclamar
el evangelio en proyectos extensos, y
aun otros que pueden estar envuel­
tos en una multitud de maravillosos
ministerios evangelísticos. Yo aprecio
todos estos ministerios, aunque
al mismo tiempo comprendo dónde
radica nuestra fuerza, o sea, lo que
Dios ha usado en nosotros efectivamente
—el simple establecimiento de
iglesias que da inicio— en el lugar en
el que nos encontramos hasta el lugar
en el que encontramos dónde está la
oportunidad.
Nuestro crecimiento en el mundo
está teniendo lugar allí donde estamos
estableciendo iglesias. Como
promedio, por cada cuatro iglesias,
la Iglesia de Dios de la Profecía tendrá
una nueva misión en un nuevo
campo. Eso significa que estaremos
dando a luz constantemente y es saludable.
Un organismo tiene que estar
reprodu ciéndose constantemente. La
unidad más fundamental de la vida
enseña este simple precepto de vida.
Las células se reproducen. Lo mismo
ocurre con la Iglesia de Dios de la
Profecía —nuestra vida es plantar
iglesias donde podamos.
Esta ha sido la intención al declarar
que la cosecha es la prioridad
número uno. Sin duda, existe más
que podríamos decir con respecto a
apoyar esta necesidad, tal como las
3,000 iglesias que no cuentan con un
edificio. Con todo y eso reconocemos
que nuestro mandato es establecer y
cultivar las iglesias ya existentes.
En nuestra próxima edición habla
remos acerca del: Desarrollo de
liderazgo: Nuestro valor central.
mensajeroalablanca@wwph.com 23