Memorias de un Alférez Provisional - Zona Nacional
Memorias de un Alférez Provisional - Zona Nacional
Memorias de un Alférez Provisional - Zona Nacional
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Por eso, di or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> que nadie tirase <strong>un</strong> tiro sin mi consentimiento, y <strong>de</strong>spertando a Núñez (el cabo <strong>de</strong> la<br />
buena voz) le man<strong>de</strong> pactar <strong>un</strong> pequeño armisticio, por mi cuenta y riesgo.<br />
El primero que salió <strong>de</strong> nuestra parte (ya estaba el sol muy alto en su carrera) fue el propio Núñez. Cuando<br />
los rojos se cercioraron <strong>de</strong> que no pasaba nada, enviaron otro emisario, y en el llano <strong>de</strong> Almudévar se<br />
celebró, <strong>un</strong>a vez más, la recíproca entrega <strong>de</strong> papel impreso.<br />
Pero como la trinchera era larguísima y yo era el único oficial —por la razón ya expuesta— que la vigilaba,<br />
no pu<strong>de</strong> impedir que otro valiente (estaba expuesto a <strong>un</strong> pacazo en cualquier momento) quisiera <strong>de</strong>mostrar<br />
a los rojos que el "también salía". Y como los <strong>de</strong> enfrente habían puesto como condición que había <strong>de</strong> salir<br />
<strong>un</strong>o <strong>de</strong> cada lado, inmediatamente hizo su aparición <strong>un</strong> seg<strong>un</strong>do "bisinio".<br />
Los míos no podían ser menos; y allá fueron otros dos al encuentro <strong>de</strong> otro par <strong>de</strong> catalanes. Total que, a la<br />
hora <strong>de</strong> empezar él suceso, había en el llano <strong>de</strong><br />
Almudévar <strong>un</strong> grupo parecido a aquel que se formaba <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> "La Maravilla", los domingos por la tar<strong>de</strong>,<br />
cuando había afición al fútbol.<br />
Yo, acodado en el parapeto, gozaba lo in<strong>de</strong>cible, a<strong>un</strong>que comprendía la responsabilidad enorme en que<br />
estaba incurriendo. Pero, ¡tenía tanta suerte en todo lo <strong>de</strong> la guerra!, y a<strong>de</strong>más, en seguida di or<strong>de</strong>n a<br />
Pascual para que cesase el mitin. Pero antes <strong>de</strong> que Pascual cumplimentase la or<strong>de</strong>n, me llamaron al<br />
teléfono; Martínez <strong>de</strong> Arija me <strong>de</strong>cía, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la casilla, con voces quejumbrosas:<br />
—"Pero, ¿qué haces, animal? Han avisado a la Comandancia, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el observatorio <strong>de</strong> Artillería, que en el<br />
llano están haciendo <strong>un</strong>a paella. Y el comandante viene a ver lo que pasa; ¡te la vas a cargar!"<br />
¡María Santísima! Y Pascual, en vez <strong>de</strong> cumplir mis ór<strong>de</strong>nes, se había ido también a cambiar <strong>un</strong>a botella <strong>de</strong><br />
coñac por otra bebida roja.<br />
Agarré aquella magnífica estaca que servía para apoyarme y no resbalar en el barro <strong>de</strong> la trinchera y,<br />
saliendo hasta las alambradas, troné con <strong>un</strong>a voz que<br />
hubiera envidiado Gayarre;<br />
—¡¡Al parapeto todo el m<strong>un</strong>do!!<br />
Mi prestigio <strong>de</strong> oficial y <strong>un</strong>a carrera por toda la línea, blandiendo el soberbio trozo <strong>de</strong> olivo, bastaron para<br />
que, a la carrera, se reintegrasen los legionarios<br />
a sus chabolas.<br />
Les mandé aparentar <strong>un</strong> prof<strong>un</strong>dísimo sueno, y cuando llegó el comandante (ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> todos sus<br />
capitanes, entre los que venía, haciéndose el "longuis", el propio Mayoral) pu<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirle ufano:<br />
—"Sin novedad en la posición, mi comandante",<br />
Y mientras él (que estaba en el ajo) sonreía con satisfacción ante el celo <strong>de</strong> sus oficiales, Marchena, con<br />
sus ametralladoras, tiró <strong>un</strong> par <strong>de</strong> ráfagas, dando<br />
a enten<strong>de</strong>r a los "rogelios" que se había terminado el armisticio.<br />
Aquella misma tar<strong>de</strong> me avisaron que mi mujer había dado a luz a nuestra primogénita, y como me dieron<br />
permiso haremos <strong>un</strong> paréntesis, si os parece, mientras la bautizo.<br />
* * *<br />
Cuatro días más tar<strong>de</strong>, provisto <strong>de</strong> <strong>un</strong>a gran ban<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> merengues, me incorporé en la sierra <strong>de</strong> Alcubierre.<br />
A la Catorce le había tocado —rara excepción—<br />
la papeleta más fácil; guarnecer las tres posiciones intermedias.<br />
Cuando visitéis la sierra <strong>de</strong> Alcubierre —en esa peregrinación <strong>de</strong> postguerra que nos hemos prometido<br />
todos los españoles— no <strong>de</strong>jéis <strong>de</strong> ver las "intermedias". Son tres pequeñas posiciones que aseguran el<br />
enlace <strong>de</strong> la primera línea con el pueblo <strong>de</strong> Leciñena, y sirven para proteger la carretera, que buena falta le