09.05.2013 Views

Memorias de un Alférez Provisional - Zona Nacional

Memorias de un Alférez Provisional - Zona Nacional

Memorias de un Alférez Provisional - Zona Nacional

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

dándome la enhorabuena; era el parabién más valioso para mí en aquel momento, porque San Simón es <strong>de</strong><br />

lo mejorcito <strong>de</strong> la Ban<strong>de</strong>ra.<br />

Dejamos a la Quinta <strong>de</strong> servicio, por si acaso contraatacaban, y nosotros dormimos más abajo. A la<br />

mañana siguiente vino el comandante Frutos y, <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> felicitarnos y <strong>de</strong> transmitirnos las felicitaciones "para la catorce" <strong>de</strong>l propio general Urrutia, me confirmó<br />

en el mando <strong>de</strong> la Compañía, haciéndome saber<br />

que me lo había ganado y por eso me lo daba, a<strong>un</strong> habiendo otros subalternos más antiguos y <strong>de</strong> más<br />

graduación.<br />

Es el orgullo más gran<strong>de</strong> que he sentido en mi vida. Y, durante aquellas noches que pasamos allí, soñé con<br />

mi satisfacción. Creo, capitán Mayoral, que no lo hice mal <strong>de</strong> todo aquella ocasión en que dirigí (porque tu<br />

no podías hacerlo) tu catorce; "la gloriosa catorce Compañía".<br />

* * *<br />

Luego, estuvimos tres o cuatro días en Abena, <strong>de</strong>scansando. Abena es <strong>un</strong> pueblo <strong>de</strong> égloga, colgado en <strong>un</strong><br />

picacho, con calles estrechas y mal empedradas. Un pueblo don<strong>de</strong> todavía se cultiva el lino, que lavan los<br />

hombres y que hilan y tejen las mujeres.<br />

Nos aburrimos mucho. El maestro armero, a pesar <strong>de</strong> que ya no era mi subordinado (pertenece a la sexta<br />

Compañía), no se separaba <strong>de</strong> mí; y nos instalamos en la casa <strong>de</strong>l maestro <strong>de</strong> la escuela <strong>de</strong> Abena, don<strong>de</strong><br />

había <strong>un</strong>a buena chimenea. También había <strong>un</strong> riachuelo don<strong>de</strong> pudimos lavarnos <strong>un</strong> poco los picotazos <strong>de</strong><br />

tantos piojos, cogidos en las tres provincias <strong>de</strong> Aragón.<br />

Yo estaba <strong>de</strong> mal humor, porque mi naturaleza no resistía aquel incesante batallar y tenía algo <strong>de</strong> fiebre;<br />

pero Franco me hizo más lleva<strong>de</strong>ras mis molestias con su solicitud. Y en aquella cocina, bien arropado y en<br />

la camilla que para mí armó el "Pastor" (legionario <strong>de</strong> diecisiete anos, magnífico soldado y camillero, que ha<br />

pasado por esta historia calladamente y merece <strong>un</strong>a mención, a<strong>un</strong>que tardía), me resistí a darme <strong>de</strong> baja.<br />

Una mañana, en que el sol calentó más que <strong>de</strong> costumbre, instalamos <strong>un</strong>a peluquería al aire libre.<br />

"Regalitos", el enlace, actuaba <strong>de</strong> barbero ocasional, a falta <strong>de</strong> fígaro más caracterizado.<br />

Puedo dar fe, por mi propio cutis, <strong>de</strong> que Dios no le ha llamado a tal oficio. Pero, como la necesidad<br />

apremiaba, todos fuimos <strong>de</strong>jándonos pelar por sus pecadoras manos.<br />

El último que cayó en sus garras fue Frutos. "Regalitos", tembloroso, se esmeraba cuanto pudo; pero a<strong>un</strong><br />

así, el comandante sudaba y se retorcía en la silla, <strong>de</strong>jando escapar lágrimas <strong>de</strong> dolor.<br />

Estaba <strong>de</strong>spellejando los alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> su nuez, cuando apareció <strong>un</strong> soldado, acompañado <strong>de</strong> <strong>un</strong><br />

"rogelio", barbudo si los hay.<br />

—A sus ór<strong>de</strong>nes, mí comandante — dijo — aquí traigo <strong>un</strong> prisionero.<br />

Y aguardaba, respetuoso, la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l jefe, mientras el rojo daba vueltas y más vueltas al gorro seboso y<br />

<strong>de</strong>scosido.<br />

El comandante meditó <strong>un</strong> momento. Aprovechó la ocasión para secarse <strong>un</strong> lagrimón como el p<strong>un</strong>o y, como<br />

inspirado por el <strong>de</strong>monio, dijo:<br />

—¡Que le afeite "Regalitos"!.<br />

Y reía, como el lobo feroz cuando atrapa al impru<strong>de</strong>nte cerdito que toca la flauta.<br />

Al día siguiente salíamos para otra "pari<strong>de</strong>ra".<br />

* * *<br />

Para la toma <strong>de</strong> la ermita <strong>de</strong> San Pedro, que había que conquistar. Fuimos a Sabiñánigo, don<strong>de</strong> ya había<br />

mucha fuerza. Regulares, Tercio y Batallones.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!