09.05.2013 Views

Memorias de un Alférez Provisional - Zona Nacional

Memorias de un Alférez Provisional - Zona Nacional

Memorias de un Alférez Provisional - Zona Nacional

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

hospital (con las Sagradas Vestiduras sobre <strong>un</strong> mono caqui <strong>de</strong> miliciano) evitó muchas bajas. Aquel hospital,<br />

a ratos lleno <strong>de</strong> gemidos y sangre (ocasión hubo <strong>de</strong><br />

tener en su seno cincuenta muertos y <strong>un</strong> centenar <strong>de</strong> heridos) cuando todo quedaba en calma, evacuadas<br />

las bajas, era <strong>un</strong> casinillo, don<strong>de</strong> se jugaba al parchesi y<br />

se bebía cerveza.<br />

Los oficiales subalternos íbamos y veníamos <strong>de</strong> las posiciones al pueblo en los ratos <strong>de</strong> ocio. No <strong>de</strong>bíamos<br />

hacerlo, porque los rojos no tenían hora fija para <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nar sus fortísimos ataques, pero a mi por lo<br />

menos, me acompañó la suerte como siempre, y estuve en los parapetos siempre que había "hule" y a<strong>un</strong><br />

me sobraron muchas horas para tertuliear con el Pater y con "Baena", el médico <strong>de</strong> la Me-hal-la, que cree<br />

que sabe el árabe y no se le entien<strong>de</strong> ni en castellano.<br />

* * *<br />

La tar<strong>de</strong> <strong>de</strong>l día 25 atacaron <strong>de</strong> recio otra vez; venían los tanques (creo que fueron 27) vomitando<br />

cañonazos sin cesar. Los camilleros no daban abasto para<br />

retirar bajas. Venían y llegaron hasta <strong>un</strong>os cinco metros <strong>de</strong>l parapeto.<br />

Los rusos <strong>de</strong>l alto mando rojo habían i<strong>de</strong>ado <strong>un</strong>a estratagema; <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cada tanque venían tres o cuatro<br />

milicianos provistos <strong>de</strong> ab<strong>un</strong>dantes bombas <strong>de</strong> mano. Su misión era salir cuando el tanque estuviese en<br />

nuestras líneas y lanzar las bombas. Aquello, sin duda, originaría <strong>un</strong>a confusión horrible en nuestras filas y<br />

huiríamos, <strong>de</strong>jando el campo libre a los milicianos que se veían en la lejanía, siguiendo <strong>de</strong> lejos el tardo<br />

andar <strong>de</strong> los carros.<br />

Pero no fue así; al carro que se llegó a mi posición le sacudió <strong>un</strong> cabo con <strong>un</strong>a botella <strong>de</strong> líquido inflamable,<br />

cuando ya las ca<strong>de</strong>nas pisaban los sacos terreros. Ardió como <strong>un</strong>a bengala, y ardiendo huyó a toda prisa<br />

hasta quedar en campo <strong>de</strong> nadie. Creo que todavía ofrece allí su mole al espaciador que quiera asomarse.<br />

Los "asaltantes" (tres), a la primera llamarada abrieron la puerta intentando huir y murieron en el acto, a la<br />

explosión <strong>de</strong> <strong>un</strong>a bomba, que luego supe que había lanzado yo.<br />

Más tar<strong>de</strong> recogimos la documentación <strong>de</strong> <strong>un</strong>o <strong>de</strong> ellos; era <strong>un</strong> hombre <strong>de</strong> mi edad, casado como yo, padre<br />

como yo. Llevaba en la cartera <strong>un</strong>a foto <strong>de</strong> <strong>un</strong>a niña, hija suya. La guardé; aquel hombre que murió a mis<br />

manos era <strong>un</strong> obligado, sin duda. Y por obligado lo habían embarcado en aquella dificilísima aventura,<br />

mientras sus verdugos rusos daban latigazos en seg<strong>un</strong>da línea.<br />

También apareció <strong>un</strong> perro; <strong>un</strong> gozquecillo negro, con <strong>un</strong>a hoz y martillo, dibujados a tijeretazos en su<br />

lustroso pelo. Lamía mis manos cuando lo até con <strong>un</strong>a cuerda <strong>de</strong> esparto. Cuando terminó el ataque envié<br />

<strong>un</strong> enlace al coronel Galera, con la documentación <strong>de</strong> los muertos y con el perrillo, y <strong>un</strong>a nota que <strong>de</strong>cía:<br />

—"Adj<strong>un</strong>to remito a V. S. <strong>un</strong> individuo pasado <strong>de</strong>l campo enemigo. Interrogado solo contesta guau, guau,<br />

por lo que creo pertenece a Brigadas internacionales..,"<br />

El enlace volvió con el perro y <strong>un</strong> duro <strong>de</strong> propina.<br />

* * *<br />

Juanito Allanegui <strong>de</strong>mostró aquellos días que era <strong>un</strong> jabato, A su posición fueron más tanques que a<br />

ning<strong>un</strong>a. Y su posición era la más peligrosa, porque estaba a la inmediación <strong>de</strong> <strong>un</strong> olivar, por don<strong>de</strong> podía<br />

aparecer la infantería roja en cualquier momento sin ser vista.<br />

Pero cuando se le echaron encima cuatro tanques, Juanito no lo dudó. Y en vez <strong>de</strong> esperarlos salió a por<br />

ellos. El a la cabeza y animando a sus gentes. Tenía en la posición legionarios, moros y soldados. Y había<br />

que oírle gritar:<br />

—"Hala, morito estar valiente; mucho coger tanque, morito".<br />

—"A mí la Legión! ¡Viva el Ejército!"<br />

Así animaban a todos a seguir su ejemplo. Y se cargaron a todos los tanques que iban a tomar su posición.<br />

Y es que eso <strong>de</strong>l revoltijo <strong>de</strong> fuerzas mezcladas y la dificultad <strong>de</strong> dirigirlas nos pasaba a todos. Recuerdo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!