Cartas a un Maltratador - Familia e Igualdad - Ayuntamiento de ...

El encuentro comienza con un mal gesto no merecido, esa contestación sin
sentido y todo comienza de nuevo. Has tenido un mal día, lo sé, lo noto, destrozas
mi noche contigo a consecuencia de tu trabajo, de tu cansancio, de tu cabreo.
Por más cariño o complacencia tu desprecio absoluto consigue otra vez producirme
ese vacío que aunque no he provocado me atribuyo. Me quema, me duele, me
desespera.
Por mucho que te quiera, te aprecie, te apoye nunca podré entender el porqué
de tu desprecio, la razón de tu amargura, las causas de tu sufrimiento pagado
conmigo. Matas mi ilusión y mi alegría, la juventud que un día tuve y que tú, poco a
poco, me has quitado, que cada día desmenuzas por la calle de la soledad absoluta,
hasta que un día piensas y recapacitas, todo ese cariño desperdiciado, ese sostén
personal que un día te ofrecí, que nunca quisiste, que desechaste por orgullo, odio,
desgana. ¿Realmente lo has pensado, alguna vez has recapacitado sobre tu porqué?
Aún no te has dado cuenta de que el mundo no te ha fallado, tú le has fallado,
a mí, a ellos, a ti mismo, a todo aquel que un día estuvo a tu lado y que por culpa
de tu mísera ceguera has conseguido perder.
Todo lo ofrecido, todo lo dado, amor, amistad, hermandad, para ti, infeliz,
sólo son palabras vacías, vocablos que creías innecesarios para poder vivir.
Vivir, ¿crees que durante todo este tiempo has vivido? ¿Has dejado vivir
a alguien? ¿Has conseguido lo que un día los que te quisimos te pudimos brindar?
No, ahora sólo eres más infeliz, más odiado, más despreciable e infecundo, más desdichado.
Y sigues sin reaccionar, y algún día será demasiado tarde, serás demasiado
viejo, estarás demasiado loco, demasiado solo, derrotado. Será entonces cuando
todo ese miedo, esa angustia y esa tristeza que me has provocado, que nos has
provocado, se volverá contra ti, añorarás mi amor, su amistad, nuestro cariño, mira-
Cartas a un Maltratador 17