Cartas a un Maltratador - Familia e Igualdad - Ayuntamiento de ...
Cartas a un Maltratador - Familia e Igualdad - Ayuntamiento de ...
Cartas a un Maltratador - Familia e Igualdad - Ayuntamiento de ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Querido Jaime:<br />
Te escribo por que no sé don<strong>de</strong> voy ni que haré <strong>un</strong>a vez allí. Sé que cuando<br />
te <strong>de</strong>s cuenta yo ya no estaré, pero sólo quería recordar. Recordar esos días,<br />
horas, en los que te convertías en <strong>un</strong> sensual hombre irresistible y adulador <strong>de</strong>l que<br />
me enamoré como <strong>un</strong>a madre <strong>de</strong> <strong>un</strong> hijo amado. Contigo me sumergía en <strong>un</strong> m<strong>un</strong>do<br />
alejado <strong>de</strong> la realidad, contigo volaba en aviones plateados rozando los tejados. El<br />
hombre i<strong>de</strong>al, a mis amigas y familiares yo les contaba.<br />
Después <strong>de</strong> <strong>un</strong>os meses apasionados, la rutina. Tú como todos los días te<br />
ibas al trabajo, en la grúa ocho horas seguidas. Eso te iba consumiendo por <strong>de</strong>ntro,<br />
yo hacía lo posible por que te sintieras a gusto en casa. Yo en casa hora tras hora<br />
la <strong>de</strong>jaba siempre perfecta, con la nevera siempre disponible para cualquier capricho,<br />
mas tu cuerpo cada vez más achacado no necesitaba caprichos, la rutina acabó con<br />
cualquier resquicio <strong>de</strong> amor.<br />
Un día color <strong>de</strong> melocotón, <strong>de</strong> esos que <strong>de</strong>stacan <strong>de</strong> los otros, se antojaba<br />
alegre pero sólo <strong>un</strong> pequeño <strong>de</strong>talle se cruzó en aquel día, entre <strong>un</strong>a acalorada<br />
lucha <strong>de</strong> palabras tú concluiste la disputa con dos golpes con la mano abierta,<br />
esa noche me sentía como <strong>un</strong> halcón herido por las flechas <strong>de</strong> la incertidumbre. De<br />
la noche a la mañana me convertí en esa privilegiada a la que le contabas todos<br />
tus pecados. Yo no podía quejarme, tú únicamente te transformabas en <strong>un</strong>a bestia<br />
<strong>de</strong> puertas a <strong>de</strong>ntro. Una nueva rutina, las palizas, los lloros y el arrepentimiento,<br />
se fue apo<strong>de</strong>rando <strong>de</strong> nosotros, la televisión sólo me ayudaba cuando<br />
hablaba <strong>de</strong> fútbol, momentos <strong>de</strong> paz, pero en cualquier otro momento respiraba<br />
miedo, tus pasos y otra noche más se nos imponían tus puños para así pudieras<br />
dormir en paz, tú.<br />
Por fin <strong>un</strong> día no ocurrió, tú llegaste borracho a casa y se te olvidó pegarme,<br />
pero pronto me di cuenta <strong>de</strong> que eras <strong>un</strong> hombre <strong>de</strong> temporadas. Primero sensual,<br />
maltratador y finalmente alcohólico.<br />
<strong>Cartas</strong> a <strong>un</strong> <strong>Maltratador</strong> 67