Cartas a un Maltratador - Familia e Igualdad - Ayuntamiento de ...
Cartas a un Maltratador - Familia e Igualdad - Ayuntamiento de ...
Cartas a un Maltratador - Familia e Igualdad - Ayuntamiento de ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Querido hijo:<br />
CARPE DIEM<br />
¡Cuántas cosas he <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirte! Tu has sido mi mayor alegría en esta vida y<br />
tu nacimiento para mí fue el mejor regalo. Recuerdo como fue la espera hasta que<br />
pu<strong>de</strong> llevarte conmigo a casa, tan pequeño que eras... Me daba miedo el po<strong>de</strong>r<br />
hacerte daño si te tocaba, pues te veía muy frágil y débil... pero poco a poco vi que<br />
eso no era así. Los primeros años fueron los mejores y lo más difícil fue cuando te<br />
tuve que <strong>de</strong>jar por primera vez "solo" en la escuela y te veía mirarme con esa carita...<br />
En todo se te consintió, lo admito, te hice caprichoso, todo te lo daba y<br />
nada te negaba. Tal vez eso lo hacía para intentar suplir esa falta <strong>de</strong> <strong>un</strong> padre en tu<br />
vida... Años fueron pasando, todos buenos y dichosos, pero... ¿Por qué cada vez<br />
todo parecía ir peor? Tú seguiste estudiando, a<strong>un</strong>que no parecía que quisieras acabarlo,<br />
y tampoco tenías intención <strong>de</strong> querer trabajar. El dinero que entraba a la casa<br />
lo llevaba yo con mi esfuerzo y sudor, <strong>de</strong> levantarme cada mañana y no estar en la<br />
casa hasta la noche o a veces al día siguiente.<br />
¿Agra<strong>de</strong>cimientos? No los necesitaba, sólo me bastaba con tenerte a mi<br />
lado feliz y que tuvieras todo cuanto querías. Pero empezaste a pedirme más, y fue<br />
cuando vi que tenía que empezar a negar... Fue lo más duro en mi vida, la primera<br />
vez que te dije que no, y la tristeza me embargó. En ti hubo <strong>un</strong>a reacción diferente,<br />
con <strong>un</strong> golpe me respondiste. No lo podía creer, mi hijo, mi pequeño, me había pegado.<br />
No le quise dar importancia, y te concedí lo pedido. En los siguientes días no<br />
ocurrió nada más, todo era como siempre pero <strong>un</strong> día se volvió a repetir, pero esta<br />
vez fue peor, no te basto con golpearme <strong>un</strong>a vez en la cara, sino que me golpeaste<br />
también en el cuerpo.<br />
A partir <strong>de</strong> entonces todo fue peor, aquello era <strong>un</strong> infierno, y tenía miedo a<br />
cada instante. Me agredías físicamente, pero también psicológicamente. Me sentía<br />
humillada, pero no <strong>de</strong>cía nada por vergüenza... ser maltratada por tu hijo... Tú cada<br />
día pedías más, y yo cada día podía menos. Por esto, hijo mío, me voy, me alejo <strong>de</strong> ti.<br />
<strong>Cartas</strong> a <strong>un</strong> <strong>Maltratador</strong> 59