Cartas a un Maltratador - Familia e Igualdad - Ayuntamiento de ...

Desde mi alma te escribo a ti, corazón de hielo, quisiera entender tus motivos
pero por más que lo intento no puedo; de todos modos ya es tarde y no valen tus
excusas ni tus arrepentimientos, ni tampoco que me digas que tú no querías hacerlo,
perdiste el tiempo entre odio y desprecio, tú le dabas esperanzas repartiendo mil “te
quiero” de palabra, que nunca fueron sinceros. Tonta fue por creerte, en tus lágrimas
de escarcha se perdieron su dignidad y su ego; ¿por qué llorabas después de pegarla
y no lo pensabas al insultarla? quizá, por que te daba miedo de perderla, eras poco
para ella y te mataban los celos, ¿no es cierto? la encerrabas, si salía la esperabas
borracho y a su llegada la maltratabas, pero ella nunca lloraba, se mantuvo firme por
que aún te quería, quizá por los recuerdos de vuestra antigua vida aguantó tanto,
aunque vacía; en sus ojos la nostalgia y la soledad vivían, pero en su cara demacrada
aún se veía alegría; pensaba que cuando le decías te quiero no le mentías, que
cuando te emborrachabas y le pegabas te arrepentías.
Dicen que todo vale en el amor y la guerra, ella confundió términos y se
apagó su estrella ¿acaso te sentías más hombre?, ¿intentabas así retenerla?, sinceramente:
me das pena, piensas que sí, pero no tienes corazón, tú no sabes distinguir
entre el odio y el amor: amar es dar pié al alma, prescindiendo de razón; amar es
querer sin límites; amar es compasión; amar no es mirar por uno, sino por dos; amar
no es llegar a los puños en una difícil situación... pero tú eso no lo sabías ¿verdad?.
Siento odio e impotencia, por que ya no hay marcha atrás, tú le arrancaste
la vida y por mucho que llores por ella no me la devolverás. Me gustaría tenerte
delante, es lo que debo evitar, puesto que te acuso a ti de asesino y no quisiera ser
igual.
En realidad no sé por que te escribo, si eres un ser infernal; creías que era
tu esclava, que su alma te pertenecía... te confundiste, por que al contrario que tú, mi
madre le dio la vida para ser libre y tú, que no tienes nombre la encerraste, la hipnotizaste
y la perdiste, pues ella se quitó la vida por que sabía que sólo así la dejarías;
tú la mataste, me la robaste... que Dios me ayude y haga justicia, por que aquí en la
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