Cartas a un Maltratador - Familia e Igualdad - Ayuntamiento de ...

Querida mamá:
¡Qué gran día es hoy! Al fin sé que ya no he de temer a volver y sufrir
dolor, ahora estoy bien y eso me alegra. Nunca comprendía por qué te comportabas
así conmigo. Por cada cosa que hacía me reñías, eso era lo normal, ¿no? Si hago
algo malo, me tienes que castigar. Luego empezaste a pegarme, según decías un
cachete a tiempo era bueno, pero no eran cachetes, eran más.
Recuerdo días en los que no me dejabas salir a la calle porque en mi carita
habían golpes, y si me preguntaban, tú decías que me había caído o me había dado
con algo. Había días en los que estabas muy enfadada, y yo no hacía nada para
que no me regañaras... aún así me pegabas por causas que yo no había hecho. ¿Por
qué mamá? ¿Acaso no me querías? ¿Me odiabas? Aunque tampoco sé que es
odiar. Según me dijeron es cuando sientes la mayor maldad hacia alguien, ¿pero por
qué? Yo era tu niña... tu pequeña de seis años...
También quería decirte que mis cicatrices han desaparecido, ésas que me
hacías con la plancha, algún objeto de cocina caliente o los cigarrillos... Aquello me
dolía y te lo decía, pero no me hacías caso, y me mandabas a mi cuarto después de
pegarme. Me ponía a llorar, me abrazaba a mi muñeca y me escondía en el armario
para que no me vieras llorar, para que no me volvieras a pegar. Tú llegabas al cabo
de un rato y me decías que lo sentías, que no iba a volver a suceder; es que yo te
ponía nerviosa porque no me comportaba bien.
Papá... nunca lo supo, porque no lo veía casi nunca, solo venía a dormir o
eso me decías... En momentos me encontraba muy sola y triste, no tenía a nadie que
me quisiera y ni siquiera podía salir a jugar con mis amigos porque me castigabas...
No creo que tenga palabras para poder decirte como me hacías sentir, a
veces pensaba que no me querías, que aquello era normal, que la culpa de que ocurriese
eso era mía, e intentaba portarme bien, pero nada cambiaba.
Cartas a un Maltratador 65