San Antonio de Padua» de Mateo Alemán - Centro Virtual Cervantes
San Antonio de Padua» de Mateo Alemán - Centro Virtual Cervantes
San Antonio de Padua» de Mateo Alemán - Centro Virtual Cervantes
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
EL SAN ANTONIO DE PADUA DE MATEO ALEMÁN 43<br />
interés para enten<strong>de</strong>r la naturaleza <strong>de</strong> su peculiar transcripción las advertencias<br />
liminares que la encabezan:<br />
No se pue<strong>de</strong>n referir aquí las palabras formales <strong>de</strong> aquel divino sermón que a estos peces hizo.<br />
Mas ¿quién duda que <strong>de</strong>más <strong>de</strong> aquellos conceptos admirables y aquellos discursos <strong>de</strong> que los<br />
tan gran<strong>de</strong>s pecadores y pequeños entendimientos, cual el mío, ignoramos, a lo menos (ya que<br />
faltamos a lo más) que casi a su dulcísimo razonamiento irían los pasados imitando en lo que<br />
<strong>de</strong>l refirieron, <strong>de</strong> la manera que aquí voy procurando acercarme con el mío, disgustado y<br />
seco? (5. A., II, 20, f. 188 v.)<br />
El primer postulado que con toda lógica se da por sentado es la pérdida <strong>de</strong>l sermón<br />
original <strong>de</strong>l Paduano; imposible, por otra parte, competir con tan eximio talento en el<br />
pulpito, procurar siquiera imaginar aquellos conceptos y discursos cuya memoria<br />
guarda la fama. Para el creador <strong>de</strong>l <strong>San</strong> <strong>Antonio</strong> <strong>de</strong> Padua queda como texto-base, por<br />
consiguiente, esa (pru<strong>de</strong>ntemente <strong>de</strong>nominada) casi imitación <strong>de</strong> los cronistas<br />
franciscanos coetáneos, juzgada bastante fiel al «razonamiento» <strong>de</strong>l preclaro<br />
predicador. Así fundada en verosimilitud, ya su versión <strong>de</strong>l sermón a los «peces» podía<br />
salir a luz, introducida y rematada con suma pru<strong>de</strong>ncia: «paréceme que les diría: [...]<br />
Estas palabras me parece que irían atinando a las grandiosas que les dijo, cuales no<br />
podría referir el entendimiento nuestro ni exagerarlas con más que <strong>de</strong>cir ser suyas,<br />
recitadas con su santidad y sabiduría» (f. 188 V.-190 v.). Y esta versión, po<strong>de</strong>mos<br />
a<strong>de</strong>lantarlo ya, aunque ciñéndose a la «manera» adoptada por la crónica portuguesa, la<br />
supera por su estilo y, en parte, por su contenido, como veremos, <strong>de</strong> manera somera, a<br />
continuación.<br />
En cuanto a lo literario, digamos que en un espacio textual <strong>de</strong> dos folios, y a<br />
imitación <strong>de</strong>l cántico <strong>de</strong> los tres mancebos, Sidraj, Misaj y Abed Negó, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un<br />
exordio dirigido por <strong>Antonio</strong> <strong>de</strong> Bullones a los peces, y concebido como exhortación a<br />
que éstos alaben y bendigan a Dios por las múltiples obligaciones que le tienen, el<br />
sermón se <strong>de</strong>sarrolla y organiza en torno a ese tema, mediante once frases encabezadas<br />
anafóricamente por el mismo verbo ben<strong>de</strong>cir en imperativo, seguido <strong>de</strong> la conjunción<br />
porque como introducción a diversas cláusulas explicativas («Ben<strong>de</strong>cid a Dios, porque<br />
es Dios. Ben<strong>de</strong>cidle, porque... etc. Ben<strong>de</strong>cidle, pues...»). Los motivos <strong>de</strong> esta alabanza a<br />
Dios que pronto se vuelve acción <strong>de</strong> gracias requerida <strong>de</strong> los peces son <strong>de</strong> dos tipos.<br />
Hay razones naturales (su índole acuática, con aguas dulces o saladas y lugares<br />
conformes a su especie: arroyos, ríos, mar don<strong>de</strong> hallan sustento, alojamiento y abrigos<br />
don<strong>de</strong> guarecerse <strong>de</strong> los peligros). Las hay histórico-religiosas, que proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l<br />
eminente papel que Cristo, durante su vida y resucitado ya, se dignó conce<strong>de</strong>rles, siendo<br />
ellos protagonistas <strong>de</strong> sus milagros y predilecto manjar suyo. Ninguna peculiaridad<br />
resalta <strong>de</strong> ese pasaje (f. 190 r.-v.), que se limita a recoger (casi fielmente) los episodios<br />
bíblicos aducidos ya por Marcos <strong>de</strong> Lisboa a partir <strong>de</strong> los Fioretti 93 . En cambio, algo<br />
Negó, tres judíos que, por negarse a adorar una estatua <strong>de</strong> oro erigida por Nabucodonosor, fueron echados a<br />
un horno <strong>de</strong> fuego, quedando ilesos (Daniel III, 1-80).<br />
'3 Trátase <strong>de</strong> la «multiplicación <strong>de</strong> los peces», <strong>de</strong>l «tributo <strong>de</strong>l templo», <strong>de</strong> la «aparición a los once»<br />
(<strong>Mateo</strong> XIV, 13-21; XV, 29-39; XVII, 24-27; Lucas XXIV, 36-43); <strong>de</strong> Joñas I-II, sin olvidar el diluvio que a<br />
sólo ellos perdonó (Génesis VI-VII). <strong>Alemán</strong> aña<strong>de</strong> Jueces XIV, 5-9 (Boda <strong>de</strong> <strong>San</strong>són con una filistea) y<br />
<strong>Mateo</strong> XXVI, 17-21 («La última cena <strong>de</strong> Jesús»).