Globalización y sociedad - Universidad Iberoamericana
Globalización y sociedad - Universidad Iberoamericana
Globalización y sociedad - Universidad Iberoamericana
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
El consumo masivo de alimentos preelaborados, congelados<br />
o importados significa un reto para la cocina popular que,<br />
históricamente, ha demostrado sus ventajas para la buena<br />
y sana alimentación sin tener que renunciar a fórmulas heredadas<br />
del pasado. Apegadas a los principios de sustentabilidad,<br />
las comunidades indígenas y rurales siguen fieles a las cocinas<br />
tradicionales, más equilibradas por las cualidades nutricionales<br />
de sus ingredientes; por la selección de las materias primas y las<br />
técnicas de preparación, resultado de un<br />
largo proceso de observación y experi-<br />
mentación y, por lo tanto, producto de<br />
conocimientos colectivos de raíz ancestral<br />
de probada eficacia.<br />
Una cocina no es más sofisticada por<br />
la cantidad de ingredientes o por la variedad<br />
de estilos o de insumos exóticos<br />
o novedosos que ostenta. En este sentido,<br />
la complejidad de ciertas gastronomías<br />
tradicionales surge del conocimiento<br />
profundo de prácticas propias de una comunidad<br />
culinaria determinada, capaz de<br />
realizar una síntesis a partir de técnicas y elementos del pasado,<br />
incorporando ingredientes del presente que van anunciado los<br />
procesos de innovación. En ese sentido, la técnica milenaria de la<br />
nixtamalización se ha ido adaptando tecnológicamente hasta<br />
constituirse en la base de una industria que abastece el<br />
consumo de tortillas y de otros productos de maíz.<br />
La masa del cereal es deshidratada y convertida en<br />
harina, y, con tan solo agregar agua caliente, recupera<br />
su versatilidad de uso, conservando sus cualidades nutritivas<br />
y su sabor. De este modo, el maíz nixtamalizado ha<br />
podido trasponer las fronteras mexicanas y dialogar con<br />
otras culturas culinarias.<br />
No obstante, al tiempo que se reconoce la pervivencia y<br />
continuidad histórica de la cocina popular en México, también<br />
a través de la modernización de ciertos procesos, es preciso<br />
señalar factores específicos que ponen en peligro su viabilidad<br />
futura. Uno de ellos es la íntima articulación entre las prácticas<br />
culinarias originarias y los sistemas productivos, los recursos naturales<br />
y las condiciones ecológicas circundantes, que corre serio<br />
riesgo de fracturarse.<br />
Valorar una cocina tradicional implica favorecer dichos sistemas,<br />
y también los mercados locales y regionales para garantizar<br />
la diversidad de los ingredientes disponibles y la calidad que los<br />
distingue. Por otro lado, está demostrado el impacto negativo<br />
que ejercen las industrias alimentarias y las grandes cadenas de<br />
comercialización sobre ciertas expresiones culinarias propias. Si<br />
la cocina popular mexicana constituye un verdadero patrimonio<br />
cultural, es también en la medida que resiste los embates de la<br />
Una cocina popular, radicada en<br />
la vida de las comunidades y la<br />
trama cultural que la resguarda,<br />
requiere de todas las medidas e<br />
instrumentos apropiados para su<br />
salvaguarda y desarrollo.<br />
homogeneización de los ingredientes y de la engañosa multiplicidad<br />
de productos de origen exógeno, no pocas veces nocivos<br />
para la salud.<br />
Así, mientras las industrias alimentarias aceleran sus ofertas<br />
novedosas y sus métodos de comercialización, los antiguos mesones,<br />
merenderos, fondas y expendios de comida popular se<br />
van convirtiendo en expendios de comida rápida. El concepto<br />
de slow food, o comida artesanal en el caso de los restaurantes,<br />
elaborada con productos y técnicas locales, está en constante<br />
oposición con el fast food, o cocina rápida, que pugna por llevar<br />
al mundo de la gastronomía a convertirse en un supermercado<br />
de alimentos indiferenciados.<br />
Actualmente, en las <strong>sociedad</strong>es urbanizadas e industrializadas,<br />
con nuevos hábitos y concepciones alrededor de la alimentación,<br />
se ha generado una confusión sobre el alcance cultural<br />
del hecho culinario. Esto se suma a las transformaciones sociales<br />
que obligan a comer fuera del hogar, a la publicidad que<br />
favorece a las grandes redes comerciales de alimentación que<br />
inundan los mercados internacionales y a una ciencia aplicada<br />
al desarrollo de nuevas comidas que, más que aclarar, confunden<br />
IBERO 21