Globalización y sociedad - Universidad Iberoamericana
Globalización y sociedad - Universidad Iberoamericana
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2Como cualquier acontecimiento de la<br />
historia, la globalización presenta virtudes<br />
y defectos varios. Pero digamos, por dar<br />
pie a la argumentación, que se trata de<br />
algo necesariamente nefasto. Lo que hay<br />
que tomar en cuenta, me parece, es que<br />
nefasta o no, ya está aquí y la globalización<br />
llegó para quedarse, no hay vuelta atrás<br />
por más que exclamemos o invoquemos<br />
ideales pretéritos de pureza territorial. Lo<br />
único que puede hacerse es nadar con la<br />
corriente recién establecida, para no ahogarse,<br />
claro, pero también para aprovechar<br />
la fuerza del arrastre y darle a nuestro<br />
curso natatorio un sesgo propio y acabar<br />
arribando a la orilla que anhelamos.<br />
En tal caso, sospecho que la globalización<br />
solamente desenmascara un drama que el<br />
orden mundial —los imperativos políticos<br />
y, sobre todo, económicos— ya venían predeterminando.<br />
La diferencia ahora es que<br />
se trata de una situación insoslayable, pero,<br />
de hecho, el desequilibrio, la injusticia, la<br />
desproporción, la insensatez y los aciertos<br />
aislados, ya estaban, todos ellos, reinando<br />
en el planeta. Soy de la idea de que es más<br />
sano y ventajoso conocerle la cara al enemigo:<br />
puede que, a la larga, hasta lleguemos<br />
a reconocer en él al hermano.<br />
(A final de cuentas, en términos globales,<br />
el enemigo mayor del planeta, de<br />
la especie humana, no se necesita buscar<br />
en otros rumbos: está en casa y somos<br />
nosotros mismos. Esto lo sabe cualquiera<br />
pero nunca se asume, es más fácil gritarle<br />
al prójimo porque nos recuerda nuestros<br />
propios defectos.)<br />
3Es previsible que al convertirse en habitual nuestra conciencia<br />
de los otros —aquellos que viven en Dakar o Ceilán— pueda irse<br />
fincando una especie de humanismo renovado, vibrante.<br />
IBERO 31