12.05.2013 Views

del Catecumenado - año de la fe

del Catecumenado - año de la fe

del Catecumenado - año de la fe

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

100 BREVE HISTORIA DEL CATECUMENADO<br />

presentación <strong>de</strong> conjunto <strong><strong>de</strong>l</strong> mensaje cristiano que se le<br />

acaba <strong>de</strong> hacer, y renunciar al servicio <strong>de</strong> los ídolos (35).<br />

El principio queda, pues, a salvo, pero hay que<br />

reconocer sin embargo que no siempre había habido allí<br />

una evangelización suficiente. Si bien algunos habían<br />

leído personalmente <strong>la</strong> Escritura (36), muchos otros<br />

venían sin preparación, incluso, a veces, con ma<strong>la</strong>s<br />

disposiciones (37). ¿Cómo una precatequesis que se<br />

reducía a una entrevista <strong>de</strong> menos <strong>de</strong> dos horas habría<br />

podido transformar a un hombre?<br />

Nos vemos obligados a constatar que <strong>la</strong> situación ha<br />

cambiado mucho con respecto al siglo prece<strong>de</strong>nte. Si, a<br />

pesar <strong>de</strong> <strong>la</strong> gran cantidad <strong>de</strong> escritos patrísticos <strong>fe</strong>chados<br />

en el siglo IV, poseemos tan pocos testimonios <strong>de</strong> un<br />

serio examen <strong>de</strong> admisión al catecumenado, es ciertamente<br />

porque, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora, el rito se confiere <strong>de</strong>masiado<br />

fácilmente. Se usa <strong>de</strong> él como <strong>de</strong> un cebo, mientras que<br />

<strong>de</strong>bería sancionar una conversión. Y si no hay conversión<br />

verda<strong>de</strong>ra, es un gesto sin significación. Se compren<strong>de</strong><br />

por qué tales «catecúmenos» se preocuparán tan poco<br />

por formarse para el bautismo.<br />

¿Qué queda <strong><strong>de</strong>l</strong> catecumenado propiamente dicho?<br />

La duración <strong>de</strong> <strong>la</strong> catequesis es muy variable. Los<br />

catecúmenos poco convencidos pospondrán in<strong>de</strong>finida-<br />

35. Sobre esta práctica <strong>de</strong> <strong>la</strong> admisión al catecumenado, ver aún<br />

AGUSTÍN, Contr. Cresc. 2, 5, 7, BA 31, 164-165 y De un bapt. 11,19,<br />

BA 31, 704-705.<br />

36. AGUSTÍN, De Cat. Rud. 8, 12; BA 11, p. 47: «si un candidato llega<br />

a vosotros, cultivado ya por los estudios clásicos... es completamente<br />

improbable que no conozca varios pasajes <strong>de</strong> nuestras Escrituras».<br />

37. í<strong>de</strong>m 5, 9; BA 11, pp. 39-40.<br />

LAS VICISITUDES (S. IV AL VI) 101<br />

mente su bautismo. Los muy <strong>de</strong>cididos, por el contrario,<br />

acce<strong>de</strong>rán <strong>de</strong>masiado rápidamente al sacramento.<br />

Hemos visto que al principio <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo IV en España<br />

(38), los obispos exigían todavía dos <strong>año</strong>s. Pero parece<br />

cierto que hacia el 400 no se precisaba ninguna duración<br />

mínima. El catecumenado propiamente dicho ya no<br />

existe. Los catecúmenos van o no van ya a <strong>la</strong> Liturgia <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra según el grado <strong>de</strong> su convicción. Ya no serán<br />

seguidos <strong>de</strong> cerca por unos responsables en grupos<br />

estructurados. La Iglesia parece más preocupada en<br />

«empujar» al bautismo a los candidatos amorfos que <strong>de</strong><br />

retardar con un <strong>la</strong>rgo tiempo <strong>de</strong> prueba el celo <strong>de</strong> los<br />

pocos candidatos <strong>de</strong>masiado precipitados. Y si se encuentra<br />

alguno particu<strong>la</strong>rmente bien dispuesto, se le<br />

admite muy <strong>de</strong>prisa a <strong>la</strong> iniciación (39).<br />

En principio, sin embargo, <strong>la</strong> Iglesia mantiene <strong>la</strong><br />

necesidad <strong>de</strong> un cierto tiempo <strong>de</strong> catecumenado, como lo<br />

escribe Agustín en su obra De fi<strong>de</strong> et operibus:<br />

¿Qué ocurre durante todo el tiempo en el que los catecúmenos<br />

guardan su lugar y su nombre? Se les enseña lo que <strong>de</strong>be ser<br />

<strong>la</strong> <strong>fe</strong> y <strong>la</strong> conducta <strong><strong>de</strong>l</strong> cristiano; <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> lo cual,<br />

habiéndose probado ellos mismos, podrán comer en <strong>la</strong> mesa<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> Señor y beber en su copa... Ahora bien, si esta instrucción<br />

dura todo el tiempo que los candidatos al nombre <strong>de</strong> Cristo<br />

figuran en el rango <strong>de</strong> los catecúmenos, sabiamente fijado por<br />

<strong>la</strong> Iglesia, se intensifica mucho más activamente durante los<br />

días en que, habiendo dado su nombre para recibir el<br />

bautismo, son l<strong>la</strong>mados «competentes» (40).<br />

38. Canon 42; He<strong>fe</strong>le I, 212 ss. Ver «Al alba <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo IV», en cap. 2.<br />

39. Es el caso, por ejemplo, <strong>de</strong> Mario Victoriano <strong><strong>de</strong>l</strong> que Agustín nos<br />

hab<strong>la</strong> en Conf. VIII, 2, 5.<br />

40. De fi<strong>de</strong> et op. 6, 9; BA 8, p. 371. La nota <strong>de</strong> BA 8, p. 507, hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

instrucción recibida, sin precisar si trata <strong>de</strong> enseñanza reservada a<br />

los catecúmenos, o so<strong>la</strong>mente <strong>de</strong> <strong>la</strong> predicación en <strong>la</strong> misa.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!