12.05.2013 Views

Lo que vale un peine

Lo que vale un peine

Lo que vale un peine

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Ay... balbuceaba entre hipidos, suspiros y lágrimas. Yo sólo quiero morirme... yo no puedo<br />

vivir sin ella... Ah, si alguien pudiera ayudarme a olvidarla...<br />

Eureka. La luz se hizo en mi cerebro: aún <strong>que</strong>daba esperanza. Si no ayudaba a a<strong>que</strong>l ser,<br />

frágil como <strong>un</strong>a muñeca de trapo, no tendríamos paz en la casa durante mucho tiempo. Además la<br />

posibilidad del suicidio, <strong>que</strong> ahora consideraba más real <strong>que</strong> n<strong>un</strong>ca, me espeluznaba. Todo se<br />

llenaría de sangre, de curiosos, ¡de policías m<strong>un</strong>icipales! Podrían incluso descubrir mi laboratorio<br />

secreto... En fin, supongo <strong>que</strong> esto es lo <strong>que</strong> el vulgo denomina “hacer de la necesidad virtud”.<br />

Suspiré.<br />

Ismael, hijo, dije posando mi mano en su hombro. Voy a ayudarte, a<strong>un</strong><strong>que</strong> me pese.<br />

¿Va a conseguir <strong>que</strong> Eva vuelva conmigo? preg<strong>un</strong>tó, esperanzado.<br />

Ni loco, exclamé entre risas. ¿No ves <strong>que</strong> volvería a abandonarte?<br />

Entonces... murmuró, con labios temblorosos. ¿Qué va usted a hacer conmigo?<br />

Voy a hacerte olvidar tus últimos tres meses de vida.<br />

Todavía hoy sonrío cuando recuerdo la cara de Ismael al ver mis redomas osmóticas y mis<br />

destilados químicos. Se le veía algo inquieto, pero en su desesperación debía de creer en mí como en<br />

<strong>un</strong> ángel enviado del cielo. Permaneció silencioso en <strong>un</strong> rincón de mi casa, mientras yo vertía el<br />

líquido de <strong>un</strong>a alquitara en <strong>un</strong>a copa labrada. Muy cerca, el televisor encendido volvía a ofrecer la<br />

imagen del líder socialista con los ojos de colores.<br />

¿Qué te parece el nuevo rival del presidente del gobierno? le preg<strong>un</strong>té, fingiendo<br />

desentenderme de la ósmosis difusora de mis preparados.<br />

Ese tío es <strong>un</strong> piernas, rumió Ismael.<br />

Pero, ¿llegará a presidente?<br />

No me extrañaría.<br />

El potingue amnésico estaba listo. Llevé a mi joven vecino hasta el salón, le hice sentarse<br />

frente al televisor y deposité la copa en su mano.<br />

¿Hiciste lo <strong>que</strong> te dije? preg<strong>un</strong>té. ¿Has <strong>que</strong>mado todas las fotos de Eva?<br />

Sí, a<strong>un</strong><strong>que</strong> no sé para qué.<br />

El hombre es indagador por naturaleza. Cualquiera porfiaría hasta dar con ella. Tendrías<br />

curiosidad por averiguar quién es esa señorita <strong>que</strong> sale en veinte fotos besándote y cuyo nombre ni<br />

recuerdas.<br />

Comprendo, afirmó resignado.<br />

Vamos allá. Bebe.<br />

Ismael olis<strong>que</strong>ó el preparado con desconfianza.<br />

63

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!