La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias
La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias
La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
36<br />
caso de estos esc<strong>en</strong>arios fem<strong>en</strong>inos. <strong>La</strong> primera paradoja reside<br />
<strong>en</strong> el hecho de que el protagonismo de <strong>las</strong> <strong>mujeres</strong> de<br />
cortes y salones no ti<strong>en</strong>e continuidad. Efectuada su es<strong>en</strong>cial<br />
contribución histórica a la liberación de los saberes, se eclipsan<br />
detrás de unas bambalinas que se ha desplazado a otros<br />
esc<strong>en</strong>arios, con otros actores. <strong>La</strong> segunda, es que la disolución<br />
de clichés y manierismo que habían hecho posible con<br />
la «libre discusión», es seguida de un cierre epistemológico<br />
que hará difícil el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to que no se subordine a criterios<br />
estándar y cánones predefinidos, a cuya elaboración y<br />
firme def<strong>en</strong>sa tanto contribuyeron, un tiempo ha, <strong>las</strong> diversas<br />
<strong>Academias</strong>.<br />
No es este <strong>en</strong>sayo el lugar adecuado para dar respuesta porm<strong>en</strong>orizada<br />
a un cúmulo de problemas de tal <strong>en</strong>vergadura.<br />
Pero convi<strong>en</strong>e que al m<strong>en</strong>os aclaremos algunos aspectos que<br />
resultaron cruciales para el desarrollo posterior de los acontecimi<strong>en</strong>tos<br />
<strong>en</strong> el terr<strong>en</strong>o del saber, así como para la casi absoluta<br />
pérdida de interv<strong>en</strong>ción de <strong>las</strong> <strong>mujeres</strong> <strong>en</strong> el mismo.<br />
En primer lugar empezaré por un aserto bastante g<strong>en</strong>eral:<br />
los grupos sociales con un status relevante <strong>en</strong> períodos de<br />
transición, no suel<strong>en</strong> conservarlo una vez que el cambio se<br />
ha producido y el nuevo ord<strong>en</strong> se ha estabilizado. El análisis<br />
de cualquier época de fuertes transformaciones sociales o de<br />
<strong>las</strong> grandes revoluciones que jalonan la contemporaneidad<br />
así lo corroboran. <strong>La</strong> aportación de <strong>las</strong> <strong>mujeres</strong> a <strong>las</strong> cruciales<br />
reformas de la m<strong>en</strong>talidad social <strong>en</strong>tre los siglos XVII-XVIII<br />
no ha sido una excepción.<br />
En segundo lugar, es necesario que nos det<strong>en</strong>gamos <strong>en</strong> una<br />
mejor compr<strong>en</strong>sión de los esc<strong>en</strong>arios puestos <strong>en</strong> marcha por<br />
<strong>las</strong> propias <strong>mujeres</strong>. Sin duda <strong>en</strong> ellos hallaremos también<br />
algunas claves para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la evolución posterior. Como<br />
han puesto de relieve análisis difer<strong>en</strong>tes sobre los mismos<br />
(me refiero, por citar dos ejemplos repres<strong>en</strong>tativos, los de<br />
L.A. Coser y B. Craveri), los salones estuvieron demasiado limitados<br />
por sus oríg<strong>en</strong>es (crítica y distanciami<strong>en</strong>to de <strong>las</strong><br />
cortes oficiales), de manera que <strong>en</strong> gran parte se <strong>en</strong>cauzaron<br />
más a g<strong>en</strong>erar «otro» estilo de vida (m<strong>en</strong>os <strong>en</strong>corsetado) alternativo<br />
al de la nobleza, que a acumular, organizar y sistematizar<br />
los productos intelectuales allí creados. El gusto por<br />
la palabra, la seducción intelectual (sin excluir otras), la correcta<br />
puesta <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a y una cierta igualación social primaban<br />
sobre consideraciones de naturaleza epistémica. Se tra-