La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias
La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias
La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
gundo, incidi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> los hábitos y prácticas de los ci<strong>en</strong>tíficos,<br />
ya que a el<strong>las</strong> se vinculan <strong>en</strong> definitiva los productos evaluados<br />
desigualm<strong>en</strong>te. <strong>La</strong> máxima mcluhaniana del «medio es el<br />
m<strong>en</strong>saje» ha t<strong>en</strong>ido su impacto <strong>en</strong> no pocas prácticas <strong>ci<strong>en</strong>tífica</strong>s,<br />
haci<strong>en</strong>do que <strong>las</strong> mismas se adapt<strong>en</strong> a los formatos exigidos<br />
(y sancionados positivam<strong>en</strong>te) por la racionalidad de la<br />
comunicación.<br />
<strong>La</strong> peor parte de este control heterónomo ejercido por la comunicación<br />
mediática se la han llevado <strong>las</strong> instituciones y los<br />
campos más vulnerables, bi<strong>en</strong> por la escasa cohesión interna<br />
de sus miembros, bi<strong>en</strong> por la proximidad de su práctica a<br />
aquélla que realizan los medios de comunicación. Ambas<br />
condiciones converg<strong>en</strong> <strong>en</strong> los saberes que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> por objeto<br />
la sociedad, su evolución, organización y proyectos de futuro.<br />
En este terr<strong>en</strong>o son muchos los grupos que reclaman su idoneidad<br />
y pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia para expresarse <strong>en</strong> un plano de igualdad.<br />
<strong>La</strong>s dificultades para el monopolio o el oligopolio de <strong>las</strong><br />
organización del saber al respecto, se ha traducido <strong>en</strong> la configuración<br />
de un espacio sumam<strong>en</strong>te abierto a la compet<strong>en</strong>cia<br />
y, sobre todo, a la progresiva falta de reg<strong>las</strong> claras. Al final<br />
el poder de decidir está no tanto <strong>en</strong> el saber bi<strong>en</strong><br />
construido, sino <strong>en</strong> el conocimi<strong>en</strong>to más amplificado. En<br />
suma, <strong>las</strong> posibilidades de distribución del conocimi<strong>en</strong>to va<br />
reemplazando a <strong>las</strong> capacidades intelectuales para construirlo.<br />
En un desarrollo isomórfico con la creación del conocimi<strong>en</strong>to<br />
se ha ido desplegando el sistema de reconocimi<strong>en</strong>to,<br />
valoraciones y sanciones. Cu<strong>en</strong>ta qui<strong>en</strong> se deja ver (o dejan<br />
que le vean) <strong>en</strong> un nuevo esc<strong>en</strong>ario simbólico que <strong>en</strong> poco o<br />
nada ati<strong>en</strong>de a cualquier otra racionalidad que no sea la<br />
suya, que es la del espectáculo. Si hace algún tiempo creía<br />
que era viable hacer fr<strong>en</strong>te a esta nueva forma de dominio<br />
fortaleci<strong>en</strong>do los campos específicos del saber, t<strong>en</strong>go hoy serias<br />
dudas de que ello sea factible. También aquí y ahora se<br />
ha producido la «traición de los clérigos» d<strong>en</strong>unciada hace<br />
casi un siglo por J. B<strong>en</strong>da. Una traición que no sólo ha de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse<br />
como el abandono (y sustitución) de <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> que<br />
dan s<strong>en</strong>tido a la propia práctica intelectual, sino y sobre todo<br />
a haber convertido a esta práctica <strong>en</strong> progresivam<strong>en</strong>te irrelevante,<br />
al <strong>en</strong>cerrarla <strong>en</strong> el angosto y esterilizante campo de luchas<br />
tribales <strong>en</strong> pos de <strong>las</strong> cada m<strong>en</strong>os insignificantes recomp<strong>en</strong>sas<br />
que <strong>en</strong> él quedan. <strong>La</strong> irrelevancia de <strong>las</strong> mismas se<br />
corresponde con la prescindibilidad de qui<strong>en</strong>es <strong>las</strong> han hecho<br />
posibles.<br />
55