La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias
La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias
La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
70<br />
Valera nos ha ido descubri<strong>en</strong>do sus verdaderos p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos,<br />
tras tanto laberinto lógico-moral, sobre todo con la propuesta<br />
de que sean académicas honorarias y no de número:<br />
«Tal nombrami<strong>en</strong>to [de honorarias] es sólo una fineza que<br />
los académicos pued<strong>en</strong> hacer a <strong>las</strong> damas ing<strong>en</strong>iosas o eruditas,<br />
sin deshacer el organismo de <strong>las</strong> academias y sin promover<br />
un conflicto político constitucional. Por el contrario, si<br />
<strong>las</strong> eligies<strong>en</strong> de número, o <strong>las</strong> academias perderían uno de<br />
sus más importantes privilegios o podrían ir al S<strong>en</strong>ado seis<br />
s<strong>en</strong>adoras» (subrayado nuestro). Tras la retórica planea el<br />
crudo problema del poder: la posibilidad de que tres señoras<br />
aspir<strong>en</strong> real y concretam<strong>en</strong>te a ocupar una plaza de número<br />
<strong>en</strong> <strong>las</strong> <strong>Reales</strong> de la L<strong>en</strong>gua, la Historia y la de Ci<strong>en</strong>cias Morales<br />
y Políticas, disputándoles el terr<strong>en</strong>o a los «barbudos», y<br />
con ello puedan acceder a la vida política. <strong>La</strong>s desplaza al<br />
mundo «honorario» para evitar que <strong>en</strong>tr<strong>en</strong> <strong>en</strong> la gestión directa<br />
y concreta de la vida académica y política. Es decir, se<br />
trata de una cuestión pura y simple de descarnado poder. Y<br />
por si no quedara poco subraya que desea que se compr<strong>en</strong>da<br />
«mi horror, mi repugnancia a que haya académicas de número».<br />
En fin, que Valera despliega todo su ing<strong>en</strong>io para <strong>en</strong>salzar<br />
al bello sexo, incluso reconociéndole a veces superior<br />
intelig<strong>en</strong>cia, con el fin de evitar que v<strong>en</strong>ga a <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> el selecto<br />
club de los hombres, y sobre todo que pret<strong>en</strong>da compartir<br />
o disputar los poderes masculinos.<br />
<strong>La</strong> caja de Pandora, no obstante, seguía abierta. En 1912 se<br />
g<strong>en</strong>eró una nueva torm<strong>en</strong>ta cuando fue planteada de nuevo<br />
la candidatura de doña Emilia Pardo Bazán, otra mujer precedida<br />
por fama de casquivana <strong>en</strong> la misma proporción que<br />
de bu<strong>en</strong>a literata. Su nombre había sonado muchos años antes,<br />
<strong>en</strong> el precitado 1891, para el mismo puesto. De nuevo, se<br />
esgrimió el acuerdo antifem<strong>en</strong>ino de 1853 cuando lo Avellaneda<br />
quiso optar al puesto. Pardo Bazán <strong>en</strong> sus cartas a Pérez<br />
Galdós, con el que estuvo unida s<strong>en</strong>tim<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te, que<br />
fue uno de los pocos literatos que compr<strong>en</strong>dieron el problema<br />
fem<strong>en</strong>ino <strong>en</strong> opinión de María Lejárrega, le confiesa que<br />
«no he gestionado» su <strong>en</strong>trada <strong>en</strong> la Academia, y que le «estomaga»<br />
que le habl<strong>en</strong> de esas cosas, ya que ha perdido algún<br />
amigo <strong>en</strong> el camino, y sobre todo que «he oído m<strong>en</strong>tir a<br />
varones <strong>en</strong> el mismo instante <strong>en</strong> que reclamaban la superioridad<br />
de su seso» (Pardo, 1975:34). El tema, pues, era <strong>en</strong>conado<br />
y estaba agriado, tanto para <strong>las</strong> aspirantes, que veían<br />
frustrado injustam<strong>en</strong>te su reconocimi<strong>en</strong>tos, como para los