La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias
La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias
La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
44<br />
De lo anterior se despr<strong>en</strong>dería que al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> lo concerni<strong>en</strong>te<br />
al sistema de reconocimi<strong>en</strong>to simbólico la comunidad ci<strong>en</strong>tífico-académica<br />
goza de un razonable grado de autonomía.<br />
Sin duda es así si nos quedamos <strong>en</strong> el análisis de los simples<br />
resultados simbólicos, esto es los «dones» distribuidos d<strong>en</strong>tro<br />
del sistema interno. Pero progresivam<strong>en</strong>te este sistema interno<br />
de recomp<strong>en</strong>sas dep<strong>en</strong>de más de otros sistemas externos.<br />
El capital simbólico específico de la comunidad ci<strong>en</strong>tífico-académica<br />
no puede sustraerse hoy de <strong>las</strong> evaluaciones que se<br />
efectúan fuera de la misma. <strong>La</strong> siempre escasas y limitadas<br />
recomp<strong>en</strong>sas que pued<strong>en</strong> proporcionarse <strong>en</strong> su interior necesitan<br />
de un segundo reconocimi<strong>en</strong>to valorativo, que ti<strong>en</strong>e lugar<br />
allí donde la visibilidad alcanza su máxima expresión: el<br />
esc<strong>en</strong>ario de la comunicación mediática. Cierto que unos<br />
campos ci<strong>en</strong>tíficos (los sociales) son más s<strong>en</strong>sibles que otros<br />
(los experim<strong>en</strong>tales) a ella. Pero <strong>en</strong> conjunto todos pugnan<br />
por esta segunda (que para algunos es primera y única) evaluación<br />
simbólica. Porque a difer<strong>en</strong>cia de la exclusivam<strong>en</strong>te<br />
otorgada por el campo de conocimi<strong>en</strong>to, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te circunscrita<br />
al mismo y con escasa o nula capacidad expansiva,<br />
la que proporciona el reconocimi<strong>en</strong>to mediático revierte sobre<br />
el propio campo reforzando el status que d<strong>en</strong>tro de él se<br />
ti<strong>en</strong>e y ampliando <strong>las</strong> posibilidades inher<strong>en</strong>tes al mismo.<br />
El resultado global de este proceso ti<strong>en</strong>e varios desarrollos.<br />
El primero de ellos es, sin duda, el ocaso paulatino de ciertos<br />
canales de recomp<strong>en</strong>sas simbólicas por la escasa relevancia<br />
de los mismos. Es el caso de no pocas <strong>Academias</strong>. De modo<br />
que <strong>en</strong> mi opinión, la mucha o poca apertura que <strong>las</strong> mismas<br />
puedan hacer <strong>en</strong>caminadas a incorporar a grupos y sectores<br />
hasta ahora excluidos de el<strong>las</strong> o con escasa pres<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>las</strong><br />
mismas ( es el caso de <strong>las</strong> <strong>mujeres</strong>) dice muy poco sobre la<br />
evolución del status <strong>en</strong> tales sectores. Se trata de mecanismos<br />
de recomp<strong>en</strong>sa residuales, ya que la función que otrora<br />
pudieron cumplir o se ha desintegrado o ha sido asumida<br />
por otras instancias.<br />
El segundo y muy destacado ti<strong>en</strong>e que ver con la progresiva<br />
colonización de los campos ci<strong>en</strong>tífico-académicos por sistemas<br />
de reconocimi<strong>en</strong>to externos a ellos. Este carácter de externalidad<br />
irá provocando transformaciones de su racionalidad,<br />
sustituy<strong>en</strong>do <strong>en</strong> no pocos casos la compet<strong>en</strong>cia como<br />
cualidad recomp<strong>en</strong>sable por la fama y la notoriedad construidas<br />
fuera de estos campos.