Justicia, Justicia, - el caso saiegh

CAPITULO 2
LA CRISIS DE 1980
ANTECEDENTES INMEDIATOS VINCULADOS A MI SECUESTRO
A mediados de 1979 recibí de la institución International Forum,
organizadora de los encuentros empresariales y políticos en Davos (Suiza),
una invitación para participar del primer seminario internacional en Montreux -
entre octubre y noviembre de ese año-.
Esa reunión tendría mucha relevancia, porque se transformaría en un
punto de encuentro para empresarios de distintas partes del mundo. De hecho,
se impuso desde entonces y a lo largo de los años como un forum internacional
de poderosos empresarios, banqueros y hasta presidentes de países, que se
reúnen una vez por año, para evaluar la situación mundial y fijar objetivos
estratégicos y lineamientos para la consolidación de un capitalismo altamente
concentrado, a costa de cualquier problemática social.
Pocos días antes de viajar a Suiza recibí un llamado de la Asociación de
Bancos Argentinos (ADEBA) porque querían saber si asistiría, aunque no
comprendí bien el motivo de la pregunta. Me dijeron que, en realidad, se
trataba de un ámbito para grupos empresarios muy importantes, de mucha
tradición, y me dieron a entender que para participar revestíamos aún una
condición de “recién llegados” al sistema.
Esto me despertó inquietud y me motivó más a concurrir. Recuerdo que
en el viaje dialogué bastante con los dueños y directivos del conglomerado
económico Sasetru y con un gran amigo, Juan de Dios Rodríguez, acerca de
cómo veíamos el futuro del país.
En ese momento ya vislumbraba la crisis que se venía, entre otras
razones porque Sasetru era un fuerte deudor de bancos; de los u$s 10.000.000
que tenían de crédito en el BLA, logré reducir esta cifra a u$s 4.000.000.
En el diálogo cordial que mantuvimos les expliqué que veía venir un
sacudón muy fuerte en el sistema financiero porque no se estaba cumpliendo
para nada lo previsto por Martínez de Hoz en la Ley de Entidades Financieras.
Esa ley tendía a producir una ampliación del sistema para que
ingresaran todos los capitales posibles y producir a posteriori una
concentración y centrifugación para que muy pocos elegidos quedaran a salvo,
y de la que se salvarían sólo los elegidos por el establishment financiero
comandado por Alejandro Reynal desde la vicepresidencia del BCRA.
De ahí la importancia que tuvo la modificación de la ley del sistema
financiero de la época de Martínez Hoz, de modo que era de prever un proceso
muy complicado en Argentina.
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