Justicia, Justicia, - el caso saiegh

Llegué a una negociación con Guerrero: devolvería hasta donde llegase
y el resto sería un faltante que el banco iba a reponer para cerrar las cuentas.
Esas tratativas duraron hasta pasada la medianoche. En todo momento se le
dijo que estaban las puertas abiertas, en tanto Guerrero afirmaba estar ahí por
su propia voluntad, para reparar el daño causado.
La cuestión es que, terminada esa historia, cometí el error de no darle a
Guerrero en ese momento algo de dinero y pedirle que se tomara unas
vacaciones a mi cuenta.
¿Por qué lo digo? Porque esto había ocurrido en septiembre y un mes
después, el 28 de octubre -recordemos que ya tenía vigencia el recorte del “call
Money” sobre el BLA- les llegó a los inspectores del BCRA una denuncia
supuestamente anónima, que en realidad había sido armada con Guerrero. Y
si seguimos en detalle lo ocurrido con el expediente 37.613/80 del BCRA
correspondiente al BLA, encontramos que fue adulterado, precisamente
en la sustitución de la foja donde se recibe la denuncia anónima, hecho
del que en ese momento dejamos constancia en acta notarial de la
adulteración. (Acceda a esta constancia haciendo click aquí)
En ese expediente, Nº 37613/80, la denuncia, como dije, fue
casualmente recibida por el inspector del BCRA en el BLA, Reynaldo García,
quien además de fotocopiarla y ponerla a disposición de todos los directores
del BCRA el mismo 28 de octubre de 1980, solicitó instrucciones a la
superioridad respecto de la acción a seguir.
A fs. 279 de ese expediente, el subgerente general del BCRA, Atilio
Carbajales, dictaminó que si bien estaba prohibido recibir denuncias
anónimas, según la Circular Nº 1223 del BCRA, “(...) se justifica la
inmediata adopción de medidas tendientes a esclarecer los hechos
denunciados, no sólo a través de las verificaciones propias del BCRA en
las distintas entidades involucradas, sino también y fundamentalmente,
mediante la colaboración policial que posibilite el allanamiento
simultáneo de los distintos domicilios que se mencionan”.
El 30 de octubre la Policía Federal detuvo a Guerrero por apropiación
indebida de valores mobiliarios del sector Títulos del Banco. Por la noche la
Policía lo “levanta” y le dice: - Nosotros prendemos el ventilador; vos tirá toda la
mierda que puedas contra Eduardo Saiegh, porque, si no, te chupás unos
cuantos años adentro.
Una transacción que Guerrero aceptó y pasó a integrar lo que sería la
cuenta regresiva de mi secuestro.
Por otra parte, en el curso de esa misma jornada, el inspector del BCRA
Reynaldo García acompañó al contador Jorge Bustos, autor real de la denuncia
supuestamente anónima, a la División Bancos de la Policía Federal. Haga click
aquí para acceder al documento en el que el comisario Ianibelli confirma
que Bustos fue acompañado por García.
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